Sin brillo, pero con Alberto Acosta como arma infalible, San Lorenzo venció 1 a 0 a un Gimnasia cada vez más alejado de los buenos tiempos y se puso en una posición expectante, a seis puntos a Independiente, el inobjetable líder del torneo Apertura. A los 42', el Beto Acosta hizo pasar la pelota por encima de Germán Noce y cuando la recogió la acomodó a la izquierda de Juan Carlos Olave, por lo que aportó con categoría el gol necesario para continuar en la persecución de un Independiente que parece demasiado lejano. Esta caída deja a Gimnasia entre los colistas del torneo y obligado a salvar el semestre en la Copa Sudamericana, por la que ya venció a Boca Juniors en el encuentro de ida. En el primer tiempo la gran diferencia la marcó el Beto Acosta, quien se las arregló para hacer tambalear a Gimnasia en el fondo y confirmó su vigencia. El veterano goleador casi convirtió de cabeza, de tijera y con otro remate hacia el poste que le quedaba más próximo, hasta que definió un compromiso en el que sobraban las fricciones e inclusive los golpes sin escrúpulos. Gimnasia volvió a cargar con los problemas que se repiten desde las ventas de Messera y Sava, es decir, la falta de claridad y profundidad y recién dejó de especular desde el principio de la segunda etapa, llegando a acorralar a San Lorenzo, que tuvo a Saja en el papel de garante del equipo, como cuando Choy González tiró a colocar y se estiró para apoderarse de la pelota. El conjunto de Insua tuvo escasa fortuna en un cambio, ya que el mediocampista Leonardo Di Lorenzo sufrió una lesión muscular importante a poco de haber reemplazado al talentoso Leandro Romagnoli. Di Lorenzo salió llorando y fue sustituido por Cabrera. San Lorenzo procuró enfriar el juego y Gimnasia insistió por la igualdad, pero es evidente que en el bosque la pólvora continúa mojada. El Santo, agradecido. (DyN)
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