Año CXXXV
 Nº 49.602
Rosario,
domingo  15 de
septiembre de 2002
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Eligen intendente para completar el mandato del renunciante Gerardo Carlucci
Los bermudenses votan hoy con la esperanza de salir de la crisis
Unas 20.800 personas están en condiciones de emitir el sufragio en ocho establecimientos escolares

Marcelo Abram

Capitán Bermúdez. - Pese a la polémica en la que están enmarcadas, las elecciones de hoy para elegir un intendente que termine, en diciembre de 2003, el mandato que dejó trunco el radical Gerardo Carlucci al renunciar a principios de este año no lograron ni por asomo igualar la temperatura de comicios anteriores. Los 20.800 votantes asistieron indiferentes al cierre de campaña más frío desde el retorno de la democracia en 1983: sin caravanas ni actos masivos, ni siquiera participó el justicialismo que gobernó la ciudad sin interrupciones hasta 1999, cuando Carlucci rompió esa hegemonía desde la Alianza.
El aire bermudense estuvo prácticamente limpio de publicidad política; casi ni hubo jingles de los candidatos en radios ni propaladoras circulando por las calles que esta vez, a diferencia de elecciones anteriores, quedaban tapizadas con volantes. La ciudadanía, en su inmensa mayoría, permaneció distante a la campaña, lo que tal vez sea un veredicto anticipado de lo que vayan a reflejar las urnas mañana.
Aunque ninguna elección es igual a la anterior, el oficialismo parece centrar toda su confianza en lo acontecido en los comicios de octubre pasado cuando, luego de casi dos años de conflicto permanente entre Carlucci y los municipales, se quedó con la victoria de la mano del entonces candidato a concejal Sebastián Salcedo, uno de los dos candidatos que ofrece la UCR para hoy.
Pero el mapa político ha cambiado también para el oficialismo, que parece apostar todas sus fichas al otro postulante, el intendente interino Fabián Varela, que parece detentar el aparato radical que dos años atrás estuvo al servicio de Salcedo, un ex sindicalista y militante socialista desplazado por el PSP con buenas perspectivas según los sondeos previos.
Paralelamente, estas elecciones incluyen una disputa interna bastante leve en el oficialismo: los dos sublemas que encabeza Varela medirán fuerzas en forma casi subliminal, ya que la lista G-400 lo postula desde el Partido Vecinal mientras que la lista G-404 lo incluye en el histórico grupo de la UCR que en su momento llevó a Carlucci. Más allá de esto, esperan "una avalancha de votos varelistas", lo cual se ve afianzado con frases como ésta: "Nuestro verdadero rival son los votos en blancos", se escuchó decir a un encumbrado dirigente.

El candidato socialista
Por el lado de la oposición, autoexcluido el justicialismo, todo parece indicar que las mayores expectativas apuntan al ingeniero Oscar Borra, candidato del PSP que sumó el apoyo público de Unión por el Cambio, agrupación del radical disidente Mauro Medina y de la ex concejala Inés Souza, quienes tanto en 1999 como en 2001 representaron una cantidad de votos importantes para el triunfo de la Alianza.
Borra basó su estrategia de campaña en emparentar su figura con la del intendente rosarino Hermes Binner, quien visitó dos veces Capitán Bermúdez para apoyarlo y, además, dejar en claro que el PSP tiene un solo referente local (para eliminar, de paso, cualquier especulación sobre un apoyo bajo cuerda a Salcedo.
Por el lado de la izquierda, lo de mañana será casi una interna abierta para saber quién suma más votos para un mismo espacio. Lucio Adino, por Izquierda Unida, y Claudio Cítara, por el Partido Obrero, tratará de contener a muchos sectores que en su momento se expresaron mediante distintas acciones que tuvieron como máxima expresión en la toma del Concejo por parte de un grupo importante de desocupados.

Los que no van
Un capítulo aparte merecen las agrupaciones que decidieron no jugar en esta vuelta. Entre ellos, además del radicalismo de Medina que apoya a Borra, están el PDP y el incipiente ARI bermudense. Pero estos dos últimos, antes de formalizar su abstención, dejaron bien en claro que no apoyaban a nadie.
Pero lo más significativo es la no participación del PJ. Esta decisión, si bien no fue expresado abiertamente, es un mensaje concreto a la actitud del gobernador Carlos Reutemann de llamar a elecciones justo cuando la intervención que reclamaba el peronismo bermudense era un hecho.
Tremendamente apegados a la frustrada intervención que ya habían empezado a festejar, todas las expectativas del justicialismo bermudense están basadas en el porcentaje de votos en blanco y abstenciones que arroje el recuento de mañana. En función de esos guarismos se planteará la campaña para volver a la Intendencia en 2003, trabajo que, como adelantara el edil Daniel Cinalli a La Capital, se iniciará el próximo lunes 16.
Esta jugada peronista, que muchos observadores han calificado como "de alto riesgo", también tiene su basamento en preservar al Partido Justicialista -por las dudas- de una nueva derrota que lo dejaría con muy pocas chances de ser gobierno el año próximo.



Fabián Varela es el actual intendente de Bermúdez.
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