La policía dice que baleó por accidente a un joven

Lo confundieron con un ladrón. Vecinos y familiares aseguraron que fue deliberado

La policía sostiene que el disparo a quemarropa que hirió a un joven al que confundieron con un ladrón se produjo en forma accidental cuando el agente manipulaba el arma. Eso es lo que consta en el parte preventivo remitido a Tribunales por la comisaría 15ª, que tiene a su cargo la investigación del caso.
Mauricio Chumba Aguirre, un estudiante universitario de 20 años, fue baleado por un oficial del Comando Radioeléctrico que lo confundió con un delincuente el pasado viernes 6 de septiembre. Como consecuencia del disparo, realizado a corta distancia con una Itaka, el muchacho sufrió una fractura en el brazo izquierdo y lastimaduras en el hombro y parte del torso.
Ocurrió a las 18.40 cuando el muchacho caminaba por Centeno entre Mitre y Sarmiento rumbo a la Universidad del Centro Latinoamericano, donde sigue la carrera de martillero público. En la vereda de enfrente estaba su padre, Facundo, quien escuchó el disparo y vio caer herido a su hijo.
Según el relato de Facundo a este diario y de vecinos que se encontraban en el lugar, un móvil del Comando con dos policías a bordo entró por Centeno en contramano y frenó frente al muchacho. Uno de los policías, sindicado como el oficial ayudante Farkley, descendió e inmediatamente disparó su Itaka sobre el joven.
Lo llamativo del caso es la diversidad de explicaciones que los agentes dieron a los familiares y vecinos del joven cuando éstos les reprocharon lo arriesgado del procedimiento: primero dijeron que lo habían confundido con un supuesto ladrón que huía en moto junto a un cómplice, luego que se les había escapado accidentalmente el tiro y por último que el oficial gatilló sin querer al tropezar en la calle.
La versión oficial volcada al parte preventivo del caso indica que el policía "descendió con su escopeta del patrullero y al tratar de cargarla se produjo el disparo". El parte integra el expediente del caso que se investiga en el juzgado Correccional Nº 8, a cargo de Edgardo Bistoletti, bajo la carátula de "lesiones". Allí radicó la denuncia el padre de la víctima, quien relató que primero el uniformado le dijo "me confundí, disculpame" pero a continuación alegó que "el arma se disparó".
Fuentes judiciales señalaron que el policía aún no fue imputado en el caso porque la comisaría 15ª, que se abocó al hecho, aún no remitió las actuaciones. "Habrá que determinar si las lesiones fueron culposas o dolosas o si existió algún tipo de negligencia al montar el arma", anticipó la fuente, que dejó en reserva la identidad del policía.