La supuesta existencia de un video que muestra el momento en el que una persona pide una coima a un banquero a cambio de detener una ley generó ayer una fuerte convulsión en el Senado nacional, que, de este modo, se ve envuelto nuevamente en un escándalo por sospechas de sobornos como en el año 2000 por la aprobación de la reforma laboral. Según versiones extraoficiales, el video involucra a un miembro del bloque de senadores justicialistas, representante de una provincia norteña. Concretamente se habló de Tucumán, y la legisladora que representa a ese distrito es Malvina María Seguí, integrante de la comisión Investigadora de Entidades financieras, entre otras. Dos senadores de esa bancada, que pidieron mantener en reserva sus nombres, admitieron que estaban en conocimiento de la presunta existencia de una cinta grabada en el momento en el que se hace el pedido de un soborno. Además, estaban al tanto de que por la difusión del tema fue despedida una persona muy cercana al representante del bloque justicialista supuestamente involucrado en el caso. También dijeron conocer la información que daba cuenta de que al menos un funcionario del Poder Ejecutivo tenía una copia de la cinta. A pesar de que ayer había pocos senadores en el Congreso, era palpable la preocupación reinante entre los legisladores ante la posibilidad de que la existencia del video los ponga en el umbral de un nuevo escándalo. La versión que manejaban algunos asesores de prensa es que el tema había sido conversado el jueves por algunos de los máximos referentes de la Cámara alta. Esa misma versión daba cuenta de que la grabación habría sido registrada por los banqueros a los que se les habría solicitado una contraprestación para no sancionar la ley que crea la Comisión Nacional del Trabajo Bancario, una suerte de fondo de desempleo para los empleados del sector que se financiará con el 2% de las comisiones que cobran las entidades. La norma fue finalmente aprobada por el Senado y, anteayer, comenzó a ser tratada en Diputados. La chispa del escándalo la encendió el diario británico Financial Times, cuyo corresponsal en Buenos Aires, Thomas Catan, publicó dos artículos en los que reveló un presunto intento de algunos legisladores de pedir dinero a banqueros internacionales a cambio de congelar la iniciativa que impulsaba el senador Luis Barrionuevo. Catan aseguró en la primera de sus notas, publicada el 22 de agosto pasado (en la segunda, ocho días después, reafirmó sus dichos luego de que éstos fueran desacreditados), que, de acuerdo a "banqueros y diplomáticos", representantes de la Asociación de Bancos de la Argentina (ABA) fueron contactados por un "individuo conocido del cuerpo" con "el ofrecimiento de detener la legislación como compensación de un pago en efectivo no especificado". El tema habría sido mencionado por esos banqueros en un encuentro con el embajador norteamericano, James Walsh, y su par británico, Robin Christopher. Los diplomáticos, según Catan, habrían elevado su preocupación al canciller Carlos Ruckauf. Ante la sospecha de un nuevo escándalo, la senadora justicialista Malvina Seguí denunció el hecho a la Justicia, cuya investigación recayó en el Juzgado Federal a cargo de Claudio Bonadío. En el marco de esa causa el fiscal Guillermo Marijuán pidió al juez que cite a los presidentes de los bancos HSBC, Bank Boston y Citibank para ver si pueden aportar datos sobre el caso. El presidente de la ABA, Mario Vicens -convocado por Bonadío en calidad de testigo-, le dijo al juez que ignoraba si senadores nacionales habían exigido coimas a banqueros para paralizar el proyecto. El banquero aseguró que no fue contactado ni tuvo conocimiento de la presunta propuesta ilegal de un grupo de senadores a representantes de la banca extranjera que opera en la Argentina. Bonadío también convocó al periodista británico autor del artículo, pero éste se excusó de concurrir al juzgado por "razones laborales". Catán había escrito en su artículo que hubo gestiones con la ABA en torno a las presuntas coimas. El propio Vicens negó luego la versión al Financial Times y señaló que pudo haber algún "malentendido" que desencadenó el escándalo. Vicens repitió la versión ante el juez Bonadío, sin embargo el enigmático video volvió a retroalimentar las sospechas que ponen al Senado otra vez en la cuerda floja.
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