cartas

Filomena Rinaldi: profesora sin igual

Nuestra amada ciudad recibió muchos inmigrantes que trajeron su música y nos enriquecieron en el arte. Filomena I. Rinaldi, eximia pianista y sin igual pedagoga, provino de una familia de la simpática Italia. Su padre, músico, le enseñó desde niña los principales fundamentos y con mucho tesón ella continuó con profesores que perfeccionaron más y más su técnica y refinamiento musical. Pudimos disfrutar sus conciertos, pero ella prefirió la docencia, formando así pianistas que llevaron este arte a los lugares menos pensados, no sólo aquí sino más allá de los mares. Tuve el privilegio desde muy pequeñita de aprender a su lado esta riqueza que perdura a través de los años en mis hijos y nietos, junto a valores morales que ella supo inculcar. Doy gracias a Dios por compartir 55 años con ella y con su humilde ejemplo de enseñar con amor y responsabilidad. El 16 de julio pasado, a los 87 años, sus seres queridos pudimos despedirla en su partida a la patria celestial con un caluroso aplauso y las palabras de Apocalipsis 14:13: "Bienaventurados los que mueren en el Señor, descansarán de sus trabajos, porque sus obras con ellos siguen".
María Esther Loredo