Carolina Taffoni / La Capital
La Renga descargará toda su energía rockera esta noche, a partir de las 22, en el estadio cubierto de Newell's Old Boys. El trío integrado por Chizzo (guitarra y voz), Tete (bajo) y Tanque (batería) presentará su último disco, "Insoportablemente vivo", que vendió 60 mil copias. El grupo ahora se encuentra grabando nuevos temas en los estudios Del Abasto en Don Torcuato. Terminado su contrato con la discográfica Universal, la banda planea editar su próximo disco en forma independiente. También se prepara para su primer recital en el estadio de River, con fecha a confirmar. En diálogo con La Capital, Chizzo, el líder del trío, dijo que La Renga busca forjar en la gente el espíritu de un guerrero y que al grupo no le gusta mezclar la música con la política. Su voz suena suave y tranquila, muy distinta a la que ruge en los recitales. -En abril pasado dieron un show sorpresa en Rosario, ¿cómo nace la iniciativa de hacer ese tipo de recitales? -Se nos ocurrió hacerlo cuando presentamos la película (del último álbum en vivo). Ahora lo estamos haciendo seguido, sobre todo para dar recitales a beneficio. Preferimos que la difusión se haga de boca en boca, para que no haya tanta concurrencia, que requiere más seguridad. Así el show a beneficio es más redituable. -¿Creés que pueden mantener el nivel de convocatoria en medio de la crisis del país? -Nunca se sabe, pero me parece que sí. Nosotros siempre tratamos de mantener el precio de las entradas lo más barato posible. Ahora, a pesar de que todo aumentó, no lo subimos. Calculamos los gastos para salir hechos, nada más. Lo importante es que puedan ir todos. Creo que la gente se vuelca mucho a los recitales, es una excusa para encontrarse y sentirse unidos. También van a descargarse, a cantar y gritar. -¿Cómo te afectó la crisis a nivel personal? -Nosotros somos una excepción, porque tenemos trabajo. Pero la gente que está alrededor nuestro, los familiares y los amigos, están pasando por una situación difícil, se les complica. Entonces uno tiene que estar ahí, apoyando a todos. Está jodido. Además nos agarró el corralito. Teníamos unos ahorros como para financiar el próximo disco. -¿Qué puede aportar una banda de rock en estos momentos difíciles? -Creo que nosotros tenemos que mantener los valores de la dignidad del hombre, tenemos que forjar en la gente el espíritu de un guerrero. Esa es la temática de las letras de La Renga. La vida es una lucha constante, y hay que alimentar ese espíritu para no caerse. -¿Creés en los políticos? -No, hace mucho que dejé de creer. Igual voy a votar, pero impugno el voto. Hasta el momento ningún político me convenció. -¿Por qué la compañía discográfica no les renovó el contrato? -La banda creció tanto que la compañía ya no nos podía ofrecer nada. Ahora podemos volver a ser independientes pero con más experiencia, porque ya sabemos cómo armar un sello. Al principio de nuestra carrera veníamos trabajando muy fuerte en forma independiente y eso creó una buena base. La compañía tenía todo organizado, solamente tenía que darle un empujón. -¿Te molesta que algunas bandas sean clones de La Renga? -Tanto como molestarme no. Por el comentario de la gente sé que hay varios grupos así. Yo siempre les digo a los pibes que recién empiezan que busquen un estilo propio. Las influencias son buenas, porque por ahí te llevan a conocer nuevos terrenos musicales, pero uno siempre tiene que aportar algo. Eso de copiar a una banda que tiene éxito no va. A mí los grupos que más me gustan son los que tienen poco que ver con La Renga, como Maldita Suerte, La Covacha o Los Callejeros. A algunos también los ayudamos a grabar. -¿Escuchaste La Mancha de Rolando? Suena a robo... -Y... puede ser que estén influenciados. De hecho me han invitado a cantar un tema, porque mi voz se parece a la del cantante de ellos. Yo ya les dije que traten de hacer un estilo distinto. -¿Qué le responderías a los que dicen que La Renga hace sólo rock cuadrado? -Y, puede ser (risas). Hacemos rock cuadrado, no hay ningún problema, le gusta a un montón de gente. Ojo que al rock cuadrado también hay que saber hacerlo. A mí me marcaron bandas con un estilo simple y bastante crudo, como Creedence, Led Zeppelin o Black Sabbath. -Todo de los setenta... -No. De los noventa me gusta el palo del grunge, Nirvana, Soundgarden, Alice In Chains. También me gustan los Red Hot Chili Peppers. -¿Por qué rechazaron tocar en festivales organizados por distintos gobiernos? -No nos gusta mezclar nuestra música con la política. Tampoco tenemos sponsors, y menos de un partido político o de un gobierno de turno. Yo sé que en esos festivales se paga muy bien, pero no es nuestro estilo. -¿Y qué los motivó para actuar en un campamento piquetero en Plaza de Mayo? -Decidimos ir a último momento, porque nos decían que se podía armar quilombo, pero fuimos igual. Queríamos apoyar de alguna manera a la gente que estaba ahí, que lucha por su trabajo y por su dignidad. El resto no nos interesa. -A medida que la banda fue creciendo comercialmente, ¿se alejó un poco del público? -No, todos los integrantes de la banda nos comunicamos mucho con la gente. Compartimos asados, partidos de fútbol y alguna zapada. A mí me gusta mantener la intimidad, estar conmigo mismo, escribir y componer. A veces uno se cansa un poco de que la gente te persiga o busque tu número de teléfono en la guía y te llame. Pero a pesar de eso yo quiero seguir en contacto con la gente. Nosotros nunca nos vamos a perder en el mundo de las luces y los famosos.
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