| | 11S: Una nueva generación de terroristas islámicos
| Michael Cancela-Kieffer
París. - Los terroristas islámicos han evolucionado: de defensores de causas nacionales y más bien "aficionados" a principios de los 90, han pasado a ser formados en tecnologías de punta y a estar vinculados a redes internacionales de amplia implantación. Hace un tiempo, ironizaba un juez antiterrorista francés: "Los sospechosos confundían el hilo rojo con el blanco de un detonador. Hoy, tienen más años, están más formados, sobre todo en el plano científico, y a veces tienen experiencia en guerras, particularmente en Bosnia, Afganistán y Chechenia", constató. A imagen de los ejecutivos modernos, estos militantes viajan con frecuencia -aún si no tienen un alto rango- y utilizan técnicas de vida en clandestinidad. Como los grandes delincuentes, "cambian constantemente de celular, dirección e identidad", explicó este magistrado. En el plano de los valores, y remitiendo a la realidad francesa, otro especialista francés de la lucha antiterrorista explicaba que "el arquetipo del joven de los suburbios en rebelión contra la República Francesa está superado". Zacarias Mussaui, acusado por la justicia estadounidense de haber participado en los atentados contra Nueva York y Washington, podría considerarse, si se prueba su implicación, como un representante de esta nueva generación. Nacido en Francia, de origen marroquí, realizó estudios universitarios, vivió en Gran Bretaña y Afganistán, y domina bien el inglés. En su primera comparecencia, en enero, ante una juez estadounidense, dijo en inglés que se negaba a pronunciarse sobre su culpabilidad "en el nombre de Alá". En Afganistán, estos islamistas cargados de diplomas occidentales fueron instruidos en la fabricación de explosivos y recibieron "un entrenamiento psicológico" en caso de arresto, así como "cursos sobre las diferentes legislaciones antiterroristas del mundo entero", explicó Roland Jacquard, presidente del Observatorio Internacional del Terrorismo y autor de numerosas obras al respecto. A la sofisticación de la nueva generación se añade una evolución ideológica y geográfica: las organizaciones "argelinas", próximas al GIA (Grupo Islámico Armado) han perdido influencia en pos de un islamismo más internacional. Y sí, en un primer momento, esta "globalización" llevó a los "reclutas" islámicos a Afganistán, ahora parece desviarlos hacia las redes paquistaníes. En la investigación de los apoyos con los que contó en Francia el británico Richard Reid, quien el 22 de diciembre de 2001 trató de hacer estallar un vuelo París-Miami con una carga explosiva disimulada en sus zapatos, los policías detuvieron a Ghulam Mustafa Rama, un paquistaní, y a dos franceses que estuvieron en un campo de entrenamiento en la Cachemira paquistaní. (AFP)
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