Giles Hewitt
Nueva York. - "Si quiere darme un rótulo, soy un sobreviviente", dice el bombero Bobby Le Rocco. El cuartel de bomberos de Great Jones Street en Nueva York perdió 10 "brothers" (hermanos o, mejor, colegas) el 11 de septiembre. Para el teniente Le Rocco y el resto de la dotación de la estación, la imagen de héroe conferida por la opinión pública, los medios de prensa y los responsables de la ciudad es una calificación incómoda. El cuartel de Great Jones Street en el Lower Manhattan, la zona donde se hallaban las Torres Gemelas, es un ejemplo clásico de las viejas estaciones de la ciudad, con dos camiones y un unido equipo de bomberos. Ambas unidades con 15 miembros respondieron el primer llamado de emergencia el 11 de septiembre y solamente 5 bomberos sobre 30 retornaron al cuartel. Como una de las estaciones más afectadas por los ataques terroristas, la de Great Jones Street recibió más atención pública y de los medios de prensa de la que hubiera deseado, en su mayoría bien intencionada y sincera, pero en parte intrusiva y no buscada. En los días y semanas que siguieron al 11, los vecinos se reunían diariamente en la estación, realizando improvisadas plegarias y llevando flores y velas para recordar a los bomberos muertos. "De algún modo, creo que nos convertimos en la cara visible del duelo personal y los traumas de la gente", explica el teniente Lou Azevedo. "Mucha gente vino a ofrecer sus condolencias pero otros tantos querían ser confortados de alguna manera", agregó Azevedo. "De modo que al mismo tiempo que tratábamos de consolarnos unos a otros y preocuparnos por las familias de los hermanos que murieron, teníamos que jugar el papel de consejeros con la gente y eso no siempre fue fácil", confesó. El Departamento de Bomberos de Nueva York (NYFD) perdió 343 hombres el 11 de septiembre y la fotografía de tres bomberos levantando una corroída bandera de Estados Unidos en medio de las ruinas humeantes del World Trade Center ya alcanzó el estatus de ícono. Toda referencia a los bomberos en los medios de prensa o en discursos oficiales es inevitablemente salpicada con términos como "coraje" "heroísmo" o "supremo sacrificio". El aprecio y respeto sin límites que se les profesa ahora es visto con cierto grado de irónico pesimismo por los bomberos, que siempre se han sentido subvalorados y mal remunerados. "Creo que es algo temporario", comenta el chofer Thomas Baroz. "Pronto volveremos a: «Oh, esos bomberos, locos». Para ser franco, casi prefiero eso. Mejor que nos dejen tranquilos", comentó. Pero el deseo del personal de estaciones como la de Great Jones Street de escapar de la atención pública se ha visto frustrado por el furor de los medios a medida que se acercaba el aniversario del drama. (AFP)
| Un bombero sube por una de las torres, la gente baja. | | Ampliar Foto | | |
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