El ya pentacampeón mundial Michael Schumacher buscará en el Gran Premio de Italia, a correrse el domingo en Monza, seguir su impresionante serie de victorias, aunque no podrá ignorar al ganador del año pasado, el colombiano Juan Pablo Montoya. El volante sudamericano salió en la pole y fue primero también en la competición misma en aquella ocasión y este año quiere volver a hacerlo. Su compañero de Williams, Ralf Schumacher, hermano menor del campeón, fue tercero en 2001 y la prueba del domingo puede ser ideal para el motor BMW de su auto. El año pasado, la gran figura de Ferrari llegó al circuito afectado por lo ocurrido en los atentados del 11 de septiembre contra Estados Unidos. Por si eso fuera poco para influir en el estado de ánimo al acudir al Gran Premio, por esa fecha se produjo el accidente del volante italiano Alex Zanardi, en Alemania, que le costó la pérdida de sus piernas. "Fue un período clave en mi vida, con los atentados contra la Torres Gemelas y el espectacular accidente de Alex Zanardi", recordó Schumacher. "Fue algo difícil volver a competir y conducir como si nada hubiera pasado. No me sentía para ello y hubiera estado haciendo otra cosa que no conducir", declaró. "Sentí como si fuera una mala señal estar conduciendo en Monza tras lo ocurrido", agregó. Schumacher, que ya tenía asegurado su cuarto título mundial, terminó cuarto y así evitó la conferencia de prensa tras el Gran Premio que brindan los tres del podio. Monza es algo excepcional en la carrera reciente de Schumacher pues fue la última vez que no pudo pisar el podio y la única vez desde 2000 que terminó una carrera por debajo de los tres primeros. El piloto alemán se aseguró su quinto campeonato mundial en julio y, tras seis pruebas con los dos primeros puestos copados por Ferrari esta temporadas, se dispone a tratar de que los aficionados locales se sientan dichosos en el último Gran Premio europeo del calendario 2002.
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