Año CXXXV
 Nº 49.598
Rosario,
miércoles  11 de
septiembre de 2002
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Condenado a diez años de prisión por matar a un comerciante en un asalto
Resolución por el crimen de Marcelo Svampa. El asesino fue descubierto por una camiseta de fútbol

Jorge Salum / La Capital

Por una camiseta de fútbol. La celeste y blanca, nada menos. Así descubrieron los investigadores al autor de un crimen a sangre fría. El caso ocurrió hace casi tres años y ahora la Justicia acaba de dictar sentencia contra el acusado. Lo condenó a 10 años de cárcel.
Se trata de Raúl Horacio Méndez, a quien le dicen King Kong y tiene 25 años. Un juez ya había dictado el veredicto meses atrás pero él apeló y ahora confirmaron el fallo.
El hecho por el que fue condenado ocurrió el 2 de diciembre de 1999. Fue un asalto que terminó en homicidio. Méndez mató a sangre fría al hombre al que había ido a robarle.
Eran alrededor de las 7 de la tarde cuando entró en una tienda en el número 884 de la calle Regimiento 11. Iba armado con un revólver calibre 22 y estaba muy nervioso.
Encaró al dueño y le pidió plata. Marcelo Luis Svampa y su madre casi no tuvieron tiempo de darse cuenta de lo que iba a ocurrir. Como la cantidad de dinero le pareció insuficiente, el ladrón simplemente apretó el gatillo.
El proyectil impactó en el pecho de Svampa, que cayó fulminado. El asaltante, en tanto, salió corriendo. Varios testigos lo vieron alejándose a toda carrera del escenario del hecho, junto a un cómplice que lo aguardaba en la puerta.
En ese momento Méndez llevaba puestos un gorro negro y una camiseta de la selección argentina de fútbol, con el escudo de la AFA estampado en el pecho. Pero antes de subirse a un taxi le cambió la remera al otro, que le entregó una azul. Después obligó al taxista que estaba parado frente al Hospital Roque Sáenz Peña a que lo sacara de allí cuanto antes.
Su cómplice, en cambio, no pudo escapar. La policía lo detuvo enseguida y así se supo que era menor de edad. Por eso Méndez había intentado despistar a los investigadores cambiándole la remera: el chico, al tener menos de 18 años, no sería condenado.
La maniobra quedó al descubierto cuando el detenido contó a los detectives de la Brigada de Homicidios la verdadera historia. El no había sido el autor del crimen sino King Kong, quien pronto fue arrestado.
En el barrio de Svampa se armó un gran revuelo. Allí todos lo conocían y estaban indignados por la forma en que lo mataron. "A sangre fría", dijeron. Los vecinos todavía lo recuerdan, indignados por un final de la que su propia madre fue testigo.
El juez que lo condenó fue Julio Kesuani. Lo sentenció por el delito de "robo seguido de muerte". En los Tribunales hay quienes dicen que el magistrado quería sancionarlo con una pena más grave, pero que sólo le dio 10 años porque es la pena que pidió el fiscal de la causa.
Ese es el tope de los jueces para dictar su veredicto. Y lo fue también para la Cámara Penal.



La tienda de la zona sur donde se produjo el crimen.
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