Una docente de la ciudad fueguina de Río Grande, experta en temas antárticos y con estudios reconocidos internacionalmente, denunció que no puede ocuparse de difundir lo que sabe porque el Ministerio de Educación le clausuró la oficina al considerar que "no está capacitada" para desempeñar tareas docentes y la obligó a cumplir tareas pasivas en una escuela.
La medida adoptada por las autoridades educativas fueguinas, que ya despertó toda una polémica en Río Grande, afecta a la docente Mónica Madoni, una experta en temas antárticos y primer teacher master argentina que enseña a través de Internet.
Madoni fue docente durante 1999 en la escuela Nº 38 Julio Argentino Roca, de base Esperanza, en Antártida. En virtud de sus conocimientos sobre la vida en el continente blanco, la empresa multinacional Intel la designó teacher master para capacitar on line a docentes que trabajan en la base argentina.
Tras arribar desde la base Esperanza, se le asignaron en Río Grande tareas de difusión sobre la Antártida, y aunque comenzó a enviar distintos proyectos a la Supervisión General de Escuelas, "las iniciativas no tenían respuestas", señaló Mónica Madoni.
La docente no se dio por vencida y envió uno de los proyectos que desarrolló en la Antártida a una feria internacional que se realizó en Mar del Plata. Su proyecto resultó ganador y el Ministerio de Educación fueguino le pagó los pasajes y la estadía para que asistiera a esa ciudad, donde luego dos escuelas pidieron su presencia para escucharla hablar sobre su experiencia de vida en la Antártida.
"Los chicos en los colegios no podían creer que yo había estado en la Antártida, así que al ver su interés, empecé a dar charlas en el Museo de la Ciudad de Río Grande, porque allí hay elementos para apoyar mis exposiciones, como barbas de ballenas y especies de flora y fauna del continente blanco", explicó la docente.
Cambio abrupto
Según la maestra, cuando se hallaba en plena campaña de difusión y a sus charlas -además de alumnos- asistían padres y vecinos, se le ordenó ir a cumplir tareas pasivas en la escuela provincial Nº 20 de Río Grande.
"Desde el Ministerio de Educación me comunicaron por teléfono que tenía que desalojar la Oficina Antártica, que estaba a mi cargo, y pasar a cumplir tareas pasivas en una escuela. Realmente no entendía y aun no entiendo las razones", dijo Madoni.
Si bien desde la cartera educativa nadie le comunicó oficialmente que no realizara tareas de difusión sobre el continente blanco, afirmó: "Lo concreto es que me desalojan y me cierran la Oficina Antártica, y el mensaje es que acá se terminó todo. Usted no da más charlas sobre la Antártida".
La docente expresó su preocupación "por no poder difundir conocimientos sobre la Antártida Argentina, que pertenece a Tierra del Fuego" y lamentó que desde el Ministerio de Educación fueguino "no reconozcan el título otorgado por Intel".
En tanto, la supervisora general de Escuelas de nivel EGB 1 y 2, Cristina Restovich, dijo que Madoni "no está capacitada para desempeñar tareas docentes, y así lo determinó al área de fiscalización sanitaria del Ministerio de Educación fueguino". (Télam)