| | Sigue la presión del PJ para cerrar el juicio a la Corte
| La conducción del bloque de diputados justicialistas sostendrá la presión destinada a cerrar el juicio político a la Corte Suprema, aunque sus integrantes todavía buscan sin éxito una estrategia que permita llevar la discusión al recinto de la Cámara baja y destrabar el empate que impide su resolución. La semana pasada, la sesión especial convocada por el oficialismo quedó a 30 diputados del quórum y demostró las dificultades que enfrenta el PJ para forzar una jugada en soledad. El jefe de la bancada del PJ, Humberto Roggero, repasará los números de diputados presentes en Buenos Aires que pueden participar de un nuevo intento, con la intención de evaluar si pueden repetir la convocatoria y mejorar el número alcanzado el último jueves. Si las estimaciones indican que se está lejos de tener éxito, los justicialistas buscarán otro camino. El presidente del bloque de la UCR, Horacio Pernasetti, rechazó ayer la existencia de negociaciones con el oficialismo y aseguró que su partido mantendrá la posición fijada la semana pasada: rechazar la participación en cualquier sesión especial convocada para terminar con el juicio. Sin embargo, en el oficialismo aseguran que la presión marchará por el camino que une la Casa Rosada con las gobernaciones radicales. Una salida que comenzó a generar consenso en la UCR es la vuelta a comisión del juicio. Se trata de un trámite previsto en el reglamento de la Cámara baja que suspende la posibilidad de aprobarlo y se lo somete a un trámite ordinario, en la comisión de Juicio Político, como si no hubiese recibido sanción alguna. La semana pasada, el diputado Carlos Iparraguirre, uno de los principales impulsores del juicio en la UCR, también admitió como salida las renuncias de los magistrados más cuestionados. Por ahora, ni una ni otra es aceptada por el oficialismo como prenda de negociación.
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