Año CXXXV
 Nº 49.597
Rosario,
martes  10 de
septiembre de 2002
Min 8º
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Fracasó una ablación de órganos en Venado

Carlos Walter Gasparetti / La Capital

Venado Tuerto. - Una ablación de órganos fracasó el pasado fin de semana en esta ciudad por problemas de índole legal que se sumaron al delicadísimo estado del paciente, un joven de 26 años que había sufrido un accidente automovilístico que le produjo un coma irreversible. Walter Galeano, oriundo de la ciudad bonaerense de Colón, sufrió severos traumatismos en el choque y a pesar de que la familia, y en especial su novia embarazada, apoyaba la idea de la donación, el operativo no pudo realizarse, según confirmó el titular del Centro Unico de Ablación e Implantes de Organos (Cudaio) de Rosario, Armando Perichón, quien llegó hasta Venado Tuerto en la noche del viernes. Al día siguiente, el muchacho falleció.
La delegación encabezada por Perichón llegó a Venado a las 23 del viernes y constató el estado del paciente internado en el hospital provincial Alejandro Gutiérrez. Aunque su estado era sumamente delicado, la muerte cerebral no estaba dictaminada desde el punto de vista médico, lo cual se convirtió en el primer obstáculo para el operativo de ablación.
El segundo escollo se presentó cuando se detectó que, aunque la respiración de Walter era asistida, había otros actos que indicaban parcialmente que también lo hacía por sus propios medios. Por ende, según la legislación vigente, no podía ser sometido a una ablación. Por ello el equipo médico emprendió la retirada, no sin antes agradecer el gesto de los familiares de donar los órganos.
Galeano tenía 25 años. El destino quiso que el auto en el que iba se incrustara de frente contra un camión de gran porte. Otros tres ocupantes del vehículo murieron en forma instantánea. La familia decidió donar sus órganos, lo cual provocó el arribo de la delegación del Cudaio al hospital Gutiérrez. El accidente se produjo en el kilómetro 320 de la ruta nacional 8.
En diálogo con la radio LT 29, Perichón explicó que en varias ocasiones se producen operativos de este tipo aunque no siempre la gente se entera porque se hacen en forma anónima. El estado que presentaban el hígado, los pulmones o el corazón de Walter "no eran buenos (para una ablación) ya que había padecido un severo traumatismo por el choque", dijo Perichón.
Las ablaciones, por diferentes factores, no siempre pueden hacerse. Por ejemplo, una médica venadense señaló que cuando el paciente sufre un paro cardiorrespiratorio "no se pueden recuperar los órganos vitales, más allá de que haya superado esa situación en forma temporaria".
Otro punto es cuando el paciente tiene tatuajes de más de cinco años. "En esos casos no se puede hacer la ablación de órganos por una cuestión de precaución, ya que no hay tiempo para cerciorarse de que el donante no haya sido portador de una enfermedad contagiosa", añadió la profesional. Además, no están en condiciones de donar quienes hayan padecido enfermedades infecciosas.


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