Un conjuro contra las previsiones pesimistas

La función de "Brujas" llenó la sala del Fundación Astengo

Rodolfo Bella / La Capital

La confluencia de un elenco de figuras con una extensa trayectoria televisiva y teatral, y un texto que respeta paso a paso los códigos y la estructura de la comedia clásica, dio muestras una vez más de su efectividad. Así ocurrió el domingo a la noche cuando el elenco de "Brujas" presentó una única función en el auditorio Fundación Astengo con una asistencia que rondó las mil localidades. Una cifra extraordinaria en un marco de bolsillos exiguos. El agradecimiento final de Nora Cárpena dio cuenta de la excepcional situación.
Si se tiene en cuenta que la trama es conocida, que la obra fue estrenada hace doce años y que es la cuarta vez que llega a Rosario, "Brujas" se da el lujo de contradecir algunas previsiones contra la crisis y otros prejuicios.
En el principio, la inclusión de Moria Casán en el elenco original fue un golpe de efecto al sumar su estilo personal y proveniente del teatro de revistas, a un grupo de actrices con una trayectoria ligada a los ámbitos teatral y televisivo. Más tarde, el personaje de la ex vedete fue ocupado por Norma Pons y en la gira que las trajo a Rosario, Luisa fue interpretada por Marta González.
Cinco chicas educadas en un colegio religioso se reencuentran pasados los 50 años para enterarse de aquellos incidentes que no encajaban con la ideología que marcó su educación. Sin embargo, una prostituta de lujo, una lesbiana que de niña sufrió una violación, esposas infieles y engañadas por sus maridos, y con hijos poco virtuosos, no eran temas que escandalizarían a nadie en 1991, cuando se estrenó la obra en Argentina.
La pieza coincidió también con una suerte de apogeo por los temas femeninos y las piezas protagonizadas por mujeres ("Las pequeñas patriotas", "Eva y Victoria", "Extraño juguete"). La tendencia se profundizó al avanzar la década con obras como "Confesiones de mujeres de 30" y últimamente con "Monólogos de la vagina". Rosario aportó también trabajos que aún hoy se representan como "El discurso" o "Nadie hablará de nosotras cuando hayamos muerto".
Aunque en "Brujas", ni la estructura ni los personajes son originales ni pretenden serlo, el rito volvió a dar sus frutos, porque de hecho, esa orgía de amabilidad y risa inicial, seguida de insultos, reproches y lágrimas, con perdón y final feliz, no hace más que reflejar y criticar, módicamente, es verdad, actitudes que no pasan de moda, como la hipocresía y la traición.

A lleno. La obra llegó a Rosario por cuarta ocasión. (Foto: Enrique Rodríguez)