El ex dictador Jorge Videla y otros cinco jerarcas del gobierno militar procesista fueron denunciados ayer en la Justicia por la desaparición forzada en 1976 de Mario Roberto Santucho y cuatro dirigentes más de la organización guerrillera Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP).
La denuncia fue presentada por algunos familiares de los guerrilleros, con la asistencia de los abogados Elena Mendoza y Manuel Gaggero, en la Cámara Federal de San Martín y tras el sorteo de rigor quedó radicada en el Juzgado Federal Nº2 del partido bonaerense de San Isidro.
Además de a Videla, alcanzó a los generales retirados del Ejército Antonio Domingo Bussi, Agatino Di Benedetto, Fernando Verplaetsen, Santiago Riveros y José Antonio Valladares, todos ellos ocupantes por aquel entonces de cargos jerárquicos en la base militar Campo de Mayo.
Justamente a esa unidad del Ejército, según el sumario que se sustanció en el Juzgado Federal en lo Contencioso Administrativo Nº2 a cargo de Alfredo Bustos, fueron llevados con vida Santucho y sus compañeros Domingo Menna, Ana Lanzilloto de Menna y Liliana Delfino, tras caer detenidos el 19 de julio de 1976 en un departamento del barrio bonaerense Villa Martelli.
En cambio, Benito Urteaga, virtual "número dos" del ERP ingresó muerto a Campo de Mayo.
El comunicado falaz
Sin embargo, aquel día hubo un comunicado del Estado Mayor del Ejército, publicado por los diarios de entonces, informando que los cinco habían muerto en dicho operativo e incluso agregaba a un sexto fallecido: Enrique Gorriarán Merlo, quien en verdad ni siquiera estaba en el lugar.\Adentro de Campo de Mayo falleció Santucho a consecuencia de las heridas recibidas en la captura y su cuerpo habría sido momificado para su exhibición en una vitrina del denominado Museo de la Subversión "Capitán Leonetti", según testimonió en el sumario el suboficial retirado Víctor Ibáñez.\Menna, Lanzilloto y Delfino "permanecieron secuestrados-desaparecidos durante varios meses, siendo sometidos a brutales torturas hasta que siguieron la suerte de los más de 5.000 prisioneros que pasaron por el campo denominado Las Cañitas", dijeron los denunciantes.\El destino final de los miembros de la cúpula del ERP es un misterio para sus familiares, ya que el Ejército nunca quiso develar dónde están y el juez Bustos ordenó excavaciones en un pequeño terreno de Campo de Mayo para buscar los restos, pero no los encontró.