El ministro de Economía, Roberto Lavagna, acordó con los senadores justicialistas impulsar una ley que prohíba por 60 días el pago de impuestos con títulos de la deuda pública. De esta forma, el jefe del Palacio de Hacienda intenta ganar tiempo frente a la ofensiva de los gobernadores que reclaman una solución urgente para el pago de las deudas por coparticipación, que superan los 600 millones de pesos. La caída de las transferencias a las provincias amenaza con destruir el pacto fiscal firmado hace poco más de un mes y, con ello, la remota posibilidad de alcanzar un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Según el equipo económico, la reducción en las transferencias de recursos coparticipables a las provincias se debe en gran medida al importante stock de títulos públicos que recaudó por el cobro de impuestos nacionales. Por ello, en la reunión de ayer se decidió impulsar una ley para limitar este mecanismo de recaudación impositiva. El encuentro entre Lavagna y los senadores justicialistas se aceleró luego de que varios gobernadores amenazaran con romper el último pacto fiscal, argumentando que mientras crecen los ingresos provinciales y nacionales ellos reciben cada vez menos desde la Nación.
En este sentido, los gobernadores radicales le exigieron al presidente Eduardo Duhalde ayer en una reunión una solución "urgente" a la deuda por fondos coparticipables. Horas antes había sido el gobernador bonaerense, Felipe Solá, quien reclamó por los desembolsos pendientes y pidió la derogación de los decretos que permiten el pago de impuestos nacionales coparticipables con bonos.
Después vino la reunión de Lavagna con los legisladores y, a su término, el senador santafesino Oscar Lamberto señaló que el ministro les aseguró que durante los próximos 60 días se suspenderá el pago de impuestos con títulos públicos. De todas formas, el legislador impulsará un proyecto para cerrar indefinidamente esta posibilidad.
Lavagna buscó dar una señal de cara al encuentro que sostendrá hoy, junto al presidente Duhalde, con los gobernadores justicialistas.
Para el senador Lamberto, la sangre no llegará al río. "Hay un reconocimiento por parte de la Nación de la existencia de las deudas y la idea es llegar a un acuerdo". Este pacto se empezaría a tejer a partir de hoy con los gobernadores de ambos partidos.
El gobierno nacional firmó el pacto fiscal con las provincias como uno de los prerrequisitos del Fondo Monetario Internacional (FMI) para arribar a un acuerdo para reactivar el crédito externo. Este acuerdo fue rubricado luego con pactos individuales entre el Ejecutivo nacional y cada uno de los distritos.
Sin embargo, la reiterada postergación de los plazos, sumado a la reciente disposición de la Corte Suprema de reintegrar el 13% de los sueldos a los empleados y jubilados estatales complicó el delicado equilibrio financiero de la Nación para hacer frente a las erogaciones con las provincias.
Ante esta situación, provincias como Santa Fe y Buenos Aires colocaron en el freezer la ratificación del pacto fiscal rubricado por los gobernadores, que debe ser refrendado por las Legislaturas provinciales. El propio gobernador Carlos Reutemann señaló la semana pasada la dificultad por la que atraviesa la Nación para cumplir con el acuerdo.
Menos plata
El gobernador bonaerense, Felipe Solá, en sintonía con su par santafesino, avanzó en la idea de reformular los acuerdos con el gobierno nacional. "Nosotros podemos trabajar mucho, pero la verdad es que este mes tenemos 75 millones de pesos menos de lo que esperábamos y esto ocurre porque mucha gente pagó impuestos nacionales con papeles, que no son coparticipables", explicó, al tiempo que negó que vaya a realizar planteos para que se coparticipen las retenciones.
Por otro lado, muchos gobernadores amenazaron con reincidir en la emisión de bonos provinciales, de modo de compensar el déficit de las cuentas públicas. Algo que se choca con el nuevo pliego de exigencias que le transmitió el enviado del FMI, John Thornton, al equipo económico. Allí se aclara que no se admitirá ningún desvío en las metas comprometidas respecto de la reducción del gasto en las provincias.
El jefe del bloque de Senadores del PJ, José Luis Gioja, dijo al término de la reunión con Lavagna que, aunque no está el dinero para pagar las deudas a los Estados del interior sí se acordó "blanquearla e incluirla en el presupuesto del próximo período".
Los gobernadores radicales, que hicieron punta ayer con los reclamos por el giro de fondos atrasados, arrancaron del presidente Duhalde la promesa de que hoy los ministros de Economía y de Interior los recibirán para hablar sobre las posibles alternativas para saldar la deuda.
El gobierno estaría evaluando atender el reclamo de fondos de la provincias por medio de bonos o de Lecop, aunque los mandatarios dijeron que no les fue anticipada ninguna variante de solución.
Todo hace prever que comenzó a rodar una nueva renegociación entre Nación y provincias. Un hecho que demuestra que los acuerdos fiscales entre ambas partes duran cada vez menos tiempo y lo que podría volverse un nuevo escollo para arribar a un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional.