Policías acusados por golpear y matar a un chico

Lo tomaron por el ladrón de un comercio y se le abalanzaron

Buenos Aires.- Un adolescente de 17 años, hijo de un verdulero, murió a causa de los golpes que le pegaron en plena calle de Munro, en el Gran Buenos Aires, dos policías bonaerenses y dos personas de civil que lo confundieron con la persona que había cometido un robo.
Oscar Suárez, padre de Martín, el adolescente asesinado, aseguró que su hijo fue salvajemente golpeado por los policías y dos personas de civil el jueves último, y que a causa de los golpes murió el viernes al mediodía.
Martín fue sorprendido cuando caminaba por una colectora en Munro. Una camioneta estacionó en el lugar y bajaron dos policías bonaerenses, quienes se abalanzaron sobre el chico al grito de "ahí hay uno", según reconstruyó luego Suárez.
El padre del chico asesinado, que es verdulero, afirmó que los dos agentes comenzaron a golpear a Martín en plena calle, mientras lo acusaban de haber robado algo. "En un momento dado bajaron de la camioneta dos personas de civil, y una de ellas tenía un tirante de madera con el que golpeó a Martín. Estos dos eran, teóricamente, los presuntos damnificados por el robo que le adjudicaban a mi hijo", narró Oscar Suárez.
Acongojado, explicó luego que los gritos del muchacho hicieron que de una vivienda cercana salieran una adolescente -amiga de Martín, a quien precisamente él iba a visitar- y el padre de la chica, que lograron impedir que continuara la golpiza.
Martín fue trasladado entonces a la comisaría tercera de Vicente López, ubicada en Armenia 4620, de Munro, adonde se apresuró a ir Oscar, luego de enterarse de la detención del adolescente.
"Me miró, y sus ojitos parecían decirme: «papá, sacame por favor de acá»", dijo Oscar con la voz quebrada.
Decidido a lograr que "estas bestias tengan su merecido para que no haya más casos como el de Martín", Suárez identificó al policía que lo atedió en la comisaría como "el principal García".
"Cuando le pregunté al principal García si era verdad que lo habían golpeado, me respondió: «siempre que hay una detención, algún cachetazo se llevan»", recordó sin consuelo.
El verdulero recordó que el viernes temprano se levantó, vio a su hijo durmiendo y se fui a atender la verdulería. "Y después, al mediodía, lo volví a ver y estaba frío. Estaba muerto", dijo el hombre con la voz entrecortada.

Martín Suárez, de 17 años se dirigía a lo de una amiga.