Bajo la consigna "con hambre no se puede aprender y tampoco enseñar", los maestros nucleados en la Asociación del Magisterio de Santa Fe (Amsafé) se movilizarán hoy en reclamo de varios puntos, entre ellos, el aumento de sus salarios. La concentración será a las 11 en el Patio de la Madera, desde donde marcharán hasta la plaza San Martín, por lo que desobligarán a los alumnos en ese horario.
Frente a este anuncio, el ministro de Educación reaccionó: "Interrumpen las clases por un reclamo que es de toda la sociedad, como el de la defensa de la escuela pública; mejor sería que hicieran la marcha un sábado a la mañana, hasta sería más efectivo y legítimo", aconsejó.
Es que la de hoy es la primer protesta que enfrenta el flamante titular de Educación, quien aseguró que se aplicará "todo rigor la ley", en alusión a los descuentos del presentismo.
La responsable regional del gremio, Stella Michalek, dijo que la marcha estaba programada con anterioridad al recambio ministerial. "Reconocemos que hay un cambio de política, porque al otro ministro (Alejandro Rébola) no le vimos la cara, y con el actual tenemos diálogo. Pero los reclamos continúan porque la situación es igual", señaló la gremialista.
Más aún, relativizó la modalidad de la desobligación escolar. "Vamos a tratar de que cada escuela se arregle, puede ser que algunos puedan movilizarse y otros se queden con los chicos", esgrimió.
En rigor, Germano mostró cierto disgusto por la marcha que se realizará hoy, ya que a los pocos días de asumir estuvo reunido por varias horas con el secretario general de Amsafé, José Tessa.
El funcionario arrancó su gestión llamando a un diálogo con el sindicato, que se realizó inmediatamente. "En esa oportunidad no se habló de esta marcha, sino de trabajar en conjunto. Creo que es legítimo trabajar en conjunto con el gremio ya que son los actores del área", admitió, pero agregó: "No creo que interrumpiendo las labores se pueda lograr algo".
Así las cosas, los docentes hacen hincapié en que la educación pública está bajo la línea de pobreza y en ese marco piden aumento de salario, estabilidad laboral y más presupuesto para las copas de leche y los comedores escolares.
Germano no dudó en reconocer la magnitud de la crisis por la que atraviesa el sector; sin embargo, negó que la situación recaiga exclusivamente en Educación. "Tenemos un Estado que mantuvo sus ingresos a pesar del proceso inflacionario, mientras que todas las áreas, como la propia educación, se han incrementado pero se siguen brindando los servicios", afirmó el funcionario.
Más aún, aseguró que "hoy por hoy" el conjunto de la sociedad transita por una situación muy difícil. "No es que la variable en esta instancia sean los docentes", subrayó.
Cambiar la burocracia
El flamante ministro confió a La Capital que aún no tiene nuevos nombres para la delegación de Educación en Rosario. Sin embargo, dijo que todos los cargos políticos "tienen un tiempo". Entre tanto sigue al frente de la región VI Andrés Rattaro, quien también se desempeñó en el cargo en la gestión Rébola.
Pero más allá de los nombres Germano está preocupado por "adecuar" la estructura burocrática de la cartera educativa. La intención del funcionario es que la mayor parte del presupuesto quede en la función educativa y no en la burocrática. "Es necesario tener una burocracia al servicio de la enseñanza, pero en la actualidad la relación es de 30 a 70 y lo óptimo sería que la estructura fuera de alrededor del 15 por ciento", explicó. Y para rematar, afirmó que estas reformas "no pueden hacerse en un día y tampoco significa que haya despidos", remató.
La Ciudad
