José Paulo García, el primer detenido por el caso de Diego Peralta, quedó procesado como presunto partícipe del secuestro y asesinato del chico "agravado por el ensañamiento y alevosía", mientras que los otros nuevos arrestados comenzaron a desfilar por los tribunales de Lomas de Zamora para rechazar su vinculación con el brutal homicidio.
Incluso, un vendedor de teléfonos celulares se sumó ayer a la larga lista de implicados. Es que la Policía había allanado ayer la casa de su esposa y así se enteró de que estaba imputado en el caso, a raíz de lo cual se presentó voluntariamente para rechazar cualquier acusación, pero quedó detenido e incomunicado.
Pero se cree que, de los más de 16 detenidos, sólo estarían vinculados directamente con el secuestro y el crimen "unos seis u ocho", en base a la confesión que hizo Chelo, uno de los arrestados el último sábado que habría ventilado detalles del caso, señalaron allegados a la investigación.
En medio de la polémica, la familia de Diego volvió a desconfiar de que entre los arrestados estén los verdaderos asesinos porque son -dijeron- "rateros comunes", mientras que desde la Policía Bonaerense se insistió en que el caso está "esclarecido".
Ayer, un grupo de siete detenidos fue llevado ante el juez Carlos Ferreiro Pella para ser consultados sobre la suerte que corrió el chico de 17 años que había sido secuestrado el 5 de julio último y cuyo cuerpo apareció, apuñalado, en una tosquera de Quilmes el 12 de agosto pasado.
Niegan vinculaciones
Pero trascendió que la mayoría de los detenidos negó tener cualquier vinculación. Incluso, Héctor Silva, uno de los detenidos, fue el único de los arrestados que le adelantó a los periodistas lo que iba a decir momentos después en el juzgado, cuando gritó "no sé nada, no tuve ninguna participación".
Familiares de los otros detenidos también rechazaron que los arrestados puedan estar relacionados con la muerte de Diego. "Mis hijos son unos pollerudos; si hubieran sido ellos, yo los hubiera entregado", llegó a decir la madre de dos detenidos Varios de los abogados de los imputados, en tanto, aseguraron que sus clientes sólo están mencionados tangencialmente en las investigaciones pero que no tuvieron vinculación con el crimen.
Frente al juez, uno de los detenidos, Chocho González, aseguró que Chelo le había contado algo del secuestro de Diego, pero que no sabía nada más, añadió su abogada.
Chelo es un joven de la zona de Quilmes que fue detenido el último sábado y está señalado como la persona que "se quebró" tras su arresto y reveló cómo levantaron al chico, quién se ocupó de las llamadas telefónicas y cómo había sido el crimen de Diego.
Según la versión dada por Chelo, Diego habría sido asesinado porque se le cayó la venda que llevaba en los ojos y pudo ver la cara de los que lo mantenían secuestrado.
En esa línea, quedaron implicados el Chino (señalado como el entregador); y los hermanos Peluca y Marcelo, los tres que habrían participado del secuestro, con la supuesta complicidad del remisero Fermín Amarilla, quien también está detenido. Además, aparecen mencionados una mujer llamada la Gorda Rosita -quien estaba al cuidado de Diego- y su novio Pipi.
No obstante, las precisiones sobre las declaraciones de los imputados son muy escasas, ya que las fuentes del caso mantuvieron estricto secreto para preservar la investigación. Así, sólo el juez Ferreiro Pella, a cargo de la pesquisa, tiene las piezas para armar el rompecabezas que permita descubrir quién verdaderamente pudo haber participado del secuestro y del homicidio del menor.
En tanto, el juez ya se pronunció sobre la vinculación en el caso de José Paulo García, el joven de 23 años que había sido detenido cuando llamó a la casa de la familia Peralta mientras Diego permanecía secuestrado. Apenas fue detenido (el 2 de agosto), García aseguró que se había comunicado con la familia del chico para contarles lo que sabía, y luego -en una ampliación de sus dichos- el detenido reveló que había visto el momento en que se llevaban al joven. (Télam)