Buenos Aires.- La Justicia de Dolores excarceló ayer a un comisario y a otros dos policías que habían sido detenidos por su presunta vinculación con el encubrimiento del crimen de Emilio Blanco, ocurrido en la ciudad de Chascomús en 1997. La medida, dictaminada por el juez Carlos Enrique Colombo, benefició al comisario Tomás Fretes, al cabo Héctor Durán, y al oficial Nelson Ramírez.
El abogado Luis Valenga, defensor de la familia Blanco, informó que los policías recuperaron la libertad porque los delitos de "encubrimiento, falsedad ideológica e incumplimiento de deberes de funcionario público" que les imputan son excarcelables.
A los policías los habían detenido sospechados de fraguar el libro de guardia para no hacer constar el ingreso de Blanco a la comisaría local las horas previas a ser hallado muerto en las vías del tren. "Para nosotros no hay que dejar esta línea de investigación. Está claro que a Blanco fue muerto por policías y que todos los que estuvieron en la comisaría saben lo que pasó", agregó Valenga.
Para el letrado "los policías de la comisaría no hablan porque tal vez mantengan un pacto de silencio".
Los policías sospechados del encubrimiento habían sido detenidos el pasado 26 de agosto. En el momento del crimen de Blanco tanto el comisario Tomás Antonio Fretes como el oficial subinspector Nelson Ramírez y el cabo primero Héctor Durán, cumplían funciones en la comisaría de Chascomús.
Muerto tras estar preso
Los investigadores lograron establecer que "el día que apareció el cuerpo del joven al costado de las vías, Blanco había sido alojado en la comisaría de Chascomús". Detallaron que se pudo establecer que el libro de guardia de la dependencia había sido falsificado y se presume que Blanco fue arrojado a las vías para simular que había sido víctima de un accidente.
De acuerdo a los resultados de la autopsia, Blanco "fue objeto de golpes, fundamentalmente en la zona del estómago, los brazos y la espalda y además presentaba principio de asfixia".
"Estos datos hacen presumir que el adolescente fue golpeado y torturado en la comisaría donde estuvo alojado", sospechan los investigadores.
El cadáver de Blanco, de 17 años fue encontrado el domingo 28 de septiembre de 1997 junto a las vías ferroviarias de Chascomús, en un lugar cercano a un muy transitado paso a nivel.
Pese a que sus ropas estaban limpias y no presentaban roturas, la primera calificación de la causa fue "muerte en accidente ferroviario" hasta que diferentes peritajes obligaron al juez penal de Dolores, Héctor Musumano, a cambiarla por "homicidio calificado".
Desde un principio fueron tres las hipótesis de la muerte: un accidente ferroviario, un ajuste de cuentas por drogas y la participación de efectivos policiales en el homicidio.
El accidente quedó descartado cuando dos chicos de la calle, en confusas declaraciones, se autoincriminaron y luego atribuyeron la autoría del crimen a presuntos vendedores de marihuana, hipótesis que también quedó descartada luego de que la investigación involucrara a la policía. (Télam)
La Ciudad
