Agresión en Seguí y Rodríguez

Trafic blanca identificada y su conductor preso por abuso sexual

Varias veces un vehículo así apareció ligado a denuncias de delitos. Ahora una víctima dio datos concretos

Por primera vez en Rosario, la denuncia de un secuestro en tentativa o de un delito sexual cometido por un hombre a bordo de una Trafic blanca pasó de ser un episodio que flota en el imaginario colectivo a una realidad concreta. La víctima de un caso de abuso, una chica de 14 años, pudo registrar la patente del vehículo y así permitir la localización y detención de su agresor. Ahora, seguramente, quedará la duda en los investigadores de si esta Trafic blanca ha sido la utilizada en un sinnúmero de hechos denunciados a lo largo del tiempo o si conforma un episodio aislado.
Lo cierto, es que la menor denunció ante el Centro de Atención a la Víctima de Delitos Sexuales que el pasado 29 de agosto, cuando caminaba por bulevar Seguí y Rodríguez, el conductor de una Renault Trafic blanca la obligó a subir al utilitario contra su voluntad, la llevó varias cuadras, le hizo preguntas en relación a su familia y la manoseó. No contento con ello, el hombre "la citó" para la tarde en el mismo lugar donde la levantó y la dejó casi en la misma esquina.
El dato más importante que la menor aportó a los investigadores fue la patente de la Trafic. No vaciló cuando dijo que era CID110. Desde entonces la policía empezó a buscar el rodado y lo halló. A la vez detuvo a su propietario, Alberto A., de 39 años, quien quedó detenido e imputado de privación ilegítima de la libertad y abuso deshonesto.
A mediados del mes de junio, una sucesión de hechos confusos fueron denunciados en la policía de Rosario. En tres episodios las víctimas mencionaban la existencia de una Trafic (azul en un caso, blanca en otros) como el vehículo utilizado por los agresores. Incluso, en años anteriores, vecinos de distintos puntos de la ciudad afirmaron tener referencias sobre el paso de distintas Trafic a bordo de las cuales individuos desconocidos tomaban fotos o filmaban a chicos.
Asimismo, en los casos mencionados resultaba imposible identificar a los autores de los presuntos ataques y mucho menos se contaba con datos precisos del vehículo -más allá de la marca o los vidrios polarizados que tenía en algunas ocasiones- que permitiera su rastrillaje.
Sin embargo, el último caso denunciado tira por la borda todos los antecedentes y al reflejar la información más saliente -el número de la patente- hace realidad, al menos por una vez, lo que hasta ayer parecía una sugestión ciudadana.

En esta ocasión consiguieron localizar a la camioneta. (Foto: Marcelo Bustamante)