Año CXXXV
 Nº 49.589
Rosario,
lunes  02 de
septiembre de 2002
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Los inversores extranjeros miran pero no compran casas y tierras

La devaluación argentina parecía una oportunidad de oro para los inversores extranjeros interesados en comprar terrenos o inmuebles a bajo precio, pero la falta de certezas económicas y la incertidumbre política hizo que el interés se convirtiera en simples consultas, sin un número destacado de operaciones concretadas.
José Eduardo Sabaris, del Colegio de Martilleros y Corredores Públicos de San Isidro, dijo que desde la devaluación de este año en materia de interés de inversiones inmobiliarias extranjeras sólo recibió "consultas, pero no hubo operaciones concretadas, está todo en estudio".
"En materia de grandes emprendimientos no pasó nada", indicó Sabaris y admitió que sólo hubo algunas ventas de departamentos a brasileños "pero es algo excepcional, es como el argentino que compraba un departamento en Mar del Plata para ir de vez en cuando".
El empresario inmobiliario comentó que generalmente los inversores "son representantes de capitales norteamericanos" y dijo que "la gente está esperando otro tipo de estabilidad porque no se puede hacer un emprendimiento si no hay consumo". Y explicó: "Una cosa es que la tierra les resulte barata y otra, que la explotación les sea redituable".
Enrique Colautti, de la inmobiliaria Marquestau y Colautti, coincidió con Sabaris al decir que aunque los precios de los inmuebles y las tierras están bajos "los inversores no están interesados porque el rédito de esa inversión se dará a largo plazo".
Al ejemplificar la imposibilidad actual de sacar rédito de una buena inversión dijo que "si a mí me ofrecen una Ferrari en 10 mil dólares, ¿para qué la quiero si, por una razón de seguridad, no puedo circular por las calles de la Argentina con ese coche?". Y se preguntó: "¿De qué me sirve, si soy un inversor, comprar una propiedad barata si no le puedo sacar renta, si no la puedo alquilar?".
Por su parte, el vicepresidente del Colegio de Escribanos de la Ciudad de Buenos Aires, Jorge Félix Taquini, admitió que la tarea de los notarios no se vio incrementada por un eventual interés inversor en adquirir inmuebles o terrenos.
En zonas turísticas como la provincia de Mendoza, los inversores extranjeros, en especial los chilenos, por proximidad geográfica, persisten en mostrarse "nada más que interesados por bodegas y terrenos rurales" desde la devaluación argentina.
"Los inversores chilenos se interesan en averiguar futuras adquisiciones de establecimientos bodegueros sin que se hayan concretado operaciones", reseñó el gerente de Bodegas Argentinas (ex Centro de Bodegueros de Mendoza que agrupa a los principales establecimientos de la provincia), Juan Carlos Pina.
El empresario admitió que "resulta interesante para los trasandinos adquirir bodegas mendocinas favorecidos por el buen posicionamiento del dólar para ellos, pero al momento de decidir la operación, plantean el temor de concretarlo debido a la difícil situación política del país".
El titular de la Cámara Inmobiliaria mendocina, Gerardo Oviedo, admitió que "algunas operaciones aisladas de ventas se concretaron a inversores chilenos, especialmente en hectáreas no cultivadas".
Sobre la adquisición de viviendas, "los chilenos creen que los argentinos estamos casi muertos y pretenden que los inmuebles se lo vendamos a precios muy bajos, caso contrario no los quieren, por lo que este tipo de operación de las denominadas regaladas, no se concretan", detalló.


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