Acto de protesta frente al Congreso

Día de la Industria, entre el infierno y el purgatorio

El secretario de Industria insistió en que el sector está en una meseta. En Apyme dicen que está en el pozo

La industria nacional celebrará hoy su día, en medio de un fuerte debate sobre los tiempos y las características de una eventual reactivación que permita a la Argentina salir de la crisis en la que está inmersa, cuya profundidad parece ser el único punto de encuentro entre las distintas partes involucradas.
Para el secretario de Industria, Carlos Leone, "el día nos recibe con una situación por suerte estabilizada, porque después de varios años de recesión hemos podido equilibrar el sector, aunque sea en valores bajos", reconoció.
Aunque no hay un acto oficial definido para la celebración, los que sí organizaron un evento son los pequeños y medianos empresarios de Apyme, que aprovecharán la oportunidad para protestar frente al Congreso y llevar sus reclamos económicos al Gobierno.
El titular de Apyme, Francisco Dos Reis, no coincidió con el diagnóstico de Leone: "El día de la industria nos encuentra con el sector diezmado, destruido, en medio del caos", dijo el dirigente, quien agregó que "la exportación se hace complicada porque no hay fondeo".
Sobre esto último, el secretario de Industria reconoció que "al no tener elementos de financiación, se dificulta trabajar sólo con un capital propio", y por eso destacó que "el acuerdo con el Fondo Monetario es necesario para hacer más rápida la salida, porque crecer con la caja propia es mucho más costoso y trabajoso".
Leone reiteró que "la salida es la exportación, aunque su crecimiento va a ser lento".
"Llegamos a una meseta -agregó- y creo que hay que trabajar sobre las expectativas empresarias ya que la salida puede estar en la minería, en la reconversión de autos de diesel a gas natural, en la agroindustria o en varios renglones más".
Según el funcionario, "el país tiene ventajas competitivas en muchos sectores que no pasan sólo por el tipo de cambio sino también por capital humano, capacidad instalada y experiencia".
Desde la Unión Industrial Argentina (UIA), Juan Carlos Lascurain coincidió con Leone en que "hay sectores que están reactivando y otros evidentemente no han arrancado, pero por lo menos lo que se frenó fue la caída".
"El problema del financiamiento es crucial: acá lo que está habiendo es un incipiente financiamiento entre empresas por la crisis del sistema financiero, pero eso es financiamiento corto, no de medio ni de largo plazo", explicó el empresario.
A su criterio, "en la medida en que no se recupere el nivel de actividad y el empleo, el mercado interno va a seguir en esta sequía", aunque "quizás para principios del año próximo se pueda revertir la caída violenta interanual de la actividad".
Jaqueada por la falta de financiación y la debilidad del poder adquisitivo de la población, la industria no cumplió el rol reactivador en la economía que se esperaba de ella después de la devaluación, mediante la sustitución de importaciones y el incremento de las ventas al exterior.
Lejos de ello, su actividad siguió cayendo a un ritmo casi constante en términos interanuales, y pese a que parecía percibirse un repunte en los últimos meses, volvió a caer en julio un 1,5% respecto de junio.
La participación de la actividad industrial en el PBI también viene decreciendo sistemáticamente desde incluso antes que comenzara la recesión, en un proceso que se agudizó con el elevado tipo de cambio de los noventa, y que colocó esa porción en un 15% aproximadamente.
Por lo pronto, los industriales parecen tener pocos motivos para el jolgorio en su día, que se celebra desde fines del siglo XIX, cuando el porvenir del país se presentaba bastante más promisorio.

Carlos Leone cree que el setor está estabilizado.