El premio Nobel de la paz precisó que el trabajo del Ejecutivo es mediocre

Pérez Esquivel fustigó el gobierno de Duhalde

Dijo que el presidente "no tiene capacidad de análisis"

Walter Gasparetti / La Capital

El titular de Servicios de Paz y Justicia (Serpaj) y premio Nobel de la paz, Adolfo Pérez Esquivel, disparó duras críticas al actual gobierno de Eduardo Duhalde, al que calificó de "mediocre y sin capacidad de análisis", al tiempo que se mostró preocupado por lo que denominó "la baja capacidad de reacción de gran parte de la dirigencia política, que se pelean entre ellos y no están pensando en el país".
El laureado argentino se tomó su tiempo y eligió cada una de las palabras para calificar como una "torpeza y sin sentido" el llamado a elecciones porque "es para que nadie cambie". Las criticas se multiplicaron a los precandidatos del PJ y dijo que Menem debería ser juzgado por traidor a la patria.
"La gente debe autoconvocarse para analizar la situación real del país y tratar de reestructurar un federalismo que hoy no existe. Es necesaria una reforma profunda y la gobernabilidad debe llevarse adelante sin corrupción. Debemos mejorar los sistemas de control", dijo Pérez Esquivel en una visita a Cañada de Gómez.
El arquitecto y escultor -que comenzó a involucrarse desde joven en movimientos que luchan por la paz y la justicia- opinó que cada ciudadano debe hacer su aporte porque "hay signos de esperanza en las asambleas populares, en los clubes del trueque y en el trabajo barrial". En ese marco, confió que observa "crecer a un país más solidario".
Tras participar recientemente del foro social y mundial que se realizó en Capital Federal, el fundador del movimiento Ecuménico Paz y Justicia se mostró a favor de una convocatoria a asamblea. "Es la única herramienta para que el pueblo cambie un sistema representativo que no representa a nadie", afirmó.
"El gobierno quiere solucionar todo con la aplicación de planes de empleo donde nadie trabaja. Esa es una mendicidad. Hay que generar fuentes de trabajo y poner en marcha un plan para que reactive el país, tema que hoy no se discute", añadió.
El Premio Nobel de la paz consignó que negociar con el Fondo Monetario Internacional (FMI) "equivale a ir más al fondo", y remarcó que este organismo dirigido por las políticas de EEUU "nos condiciona para que no tengamos desarrollo".
"Nosotros no decimos que no hay que pagar la deuda. La Corte Internacional de la Haya debe determinar la deuda legítima de la ilegítima. Hay un alto porcentaje que no corresponde", resaltó el escultor, tras sintetizar de esta forma la relación de Argentina con el fondo: "Cuanto más pagamos, más debemos y menos tenemos".
"A Duhalde le hemos hecho propuestas muy concretas como reactivar la economía a través de la construcción. En el país no se están haciendo obras públicas. No se están recuperando ramales ferroviarios y tampoco se están realizando trabajos de forestación, que podrían generar fuentes de trabajo", añadió.
-¿Qué concepto tiene de este gobierno?
-No sólo que es mediocre, sino que no tiene capacidad de análisis para revertir esta situación. Trata de hacer un trabajo de contención, sin ideas.
-¿Cree que Carlos Menem tiene posibilidades de volver al poder?
-Menem debería ser juzgado como traidor a la patria por el artículo 29 de la Constitución nacional. Las encuestas son manipulables. No les creo. Creo que es necesario formar una fuerza política transformadora. No debe haber un llamado a elecciones. Es necesario una Constituyente para la reforma constitucional que contemple la derogación de mandatos.
-¿Qué opina de Luis Zamora y Elisa Carrió?
-A Zamora lo conozco cuando militaba en derechos humanos. Es una persona coherente y honesta. En cuanto a Carrió, me parece que el ARI es una especie de construcción similar al Frepaso. No tiene la consistencia de un programa político.
-¿Se viene una policía más dura?
-Eso ya está y hay un proyecto para que así sea. Hay que repensar la seguridad, que no es precisamente poner más policías en la calle para la represión. De esto se sale con propuestas, unión y una profunda reforma.