Año CXXXV
 Nº 49.589
Rosario,
lunes  02 de
septiembre de 2002
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cartas
Ilegalización de Batasuna

El pueblo vasco ha sido desde tiempos remotos un pueblo trabajador, pacífico y amante de la libertad. Pese a ello, una pequeñísima parte de éste ha tomado la brecha violenta; pero la mayoría de la ciudadanía vasca les ha dicho y dice constantemente que la violencia no es el camino. No entendemos que se puedan solucionar problemas políticos de forma violenta, venga la violencia del lado que venga. No se puede deslegitimar la justicia del pedido a la autodeterminación del pueblo vasco, apoyado mayoritariamente por los habitantes de ese país. El "problema vasco" es un tema político y no policial como se desea hacer aparecer desde los medios de comunicación, que por otra parte están alimentados sobre la base de informaciones provenientes del sistema periodístico del gobierno español y francés. Ilegalizar un partido político que tiene altísima responsabilidad en la violencia actual no traerá la ansiada solución sino que más bien alimentará la reacción latente en algunas mentes. Batasuna tiene el 12% del electorado y viene bajando en los comicios. Ese es el camino correcto para su desaparición o... para la autocrítica. Se les debe ilegalizar por medio de las urnas, porque este es el medio para demostrarles que el pueblo vasco no los sustenta. No es por medio de leyes que se terminará el accionar violento, esta actitud marca evidentemente la pasión antidemocrática del Partido Popular. En esta ocasión es Batasuna ¿quién será el siguiente...? La actitud del gobierno español sólo profundiza la confrontación y aleja la solución del problema. Seguramente estas prácticas de vuelta atrás en la historia del estado español dejarán contento a Aznar, quien seguramente con gusto volvería a los 40 años de "paz" franquista. ETA debe desaparecer, pero ésta no es la vía para lograrlo. Sostenemos que el diálogo es la única vía posible para solucionar los problemas políticos del País Vasco/Euskalherria. La ciudadanía vasca de las siete provincias, ya sea que estén bajo la administración española o la francesa, debe ser consultada sobre cuál es su visión de futuro dentro de la comunidad europea. Este es el camino hacia la pacificación real y duradera.
Felipe Ehieragibel


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