Cristián Domizi tenía la mirada perdida. La derrota era algo que recién estaba tratando de digerir, pero le costaba una enormidad. Por eso ante la primera consulta sobre el análisis personal de lo sucedido tras intensos noventa minutos, el Pájaro sentenció: "La derrota es inexplicable. Empezamos bien y ellos supieron aguantar los primeros minutos. Después con diez hombres les jugamos de igual a igual. Quedamos expuestos al contragolpe y en el final lograron concretar. El equipo se entregó al máximo, con errores y virtudes. Es doloroso perder el clásico, pero esto continúa, hay que ponerle el pecho, pensar en lo que viene y mantener firme el objetivo de estar entre los cinco primeros". Apenas había concluido el encuentro el Pájaro se la agarró con Martín Mandra, con quien tuvo un duro enfrentamiento por las cargadas del delantero (ver página 12). Por su parte, el arquero Oscar Passet confesó que "la gran virtud (de Central) fue aprovechar el hombre de más que tuvo en el complemento. Manejó bien la pelota y la tuvo mucho más que nosotros. Por eso digo que no hay que desmerecer esa virtud".
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