El trabajo del economista Miguel Angel Broda es el de consultor, o sea decirle a personas y empresas cuál es el escenario actual, prever el futuro y en función de eso aconsejarles dónde poner la plata. En su paso por Rosario para brindar una conferencia sobre perspectivas económicas organizada por la Fundación Libertad, el economista confesó a La Capital que prefiere plantear la situación estructural del país para los próximos cinco años, en lugar de hacer previsiones para los meses venideros, teniendo en cuenta la casi absoluta incertidumbre en el terreno político.
El escenario imaginado por Broda es de dólar alto, que beneficiará al agro y los sustitutos de importaciones, bajo poder adquisitivo del salario, fuerte restricción crediticia, escasas inversiones y un programa monetario austero, con una perspectiva de crecimiento basada en el aumento vegetativo como se dio en la década del 80.
"Todo esto agrava mucho el trabajo de hacer pronósticos, el economista no tiene la bola de cristal", dijo encogiéndose de hombros. Por eso prefiere avanzar en cuestiones estructurales de la economía que "son independientes de quién gane". Señaló, en primer lugar, que Argentina es un país que "hay que rearmarlo en las instituciones básicas de cualquier economía moderna", léase sistemas monetario, cambiario, financiero, acuerdos con las empresas privatizadas, planes de inversión, contratos. Y trascartón enumera algunos aspectos estructurales que van a dominar el escenario económico del país en el mediano plazo:
* Argentina sufrirá una fenomenal restricción crediticia. Hemos defaulteado la deuda externa y no vamos a tener acceso a los mercados voluntarios de crédito por muchos años. Hemos destrozado al sector financiero local. Cuando se tiene una restricción financiera de esta magnitud y tan poca expectativa de tener crédito, el costo de capital se hace muy alto.
* Por lo tanto, Argentina va a tener una relación capital-trabajo con un costo de capital altísimo, con bajas tasas de inversión, y un salario real bajo en términos de poder de compra y en términos de dólares. Esto implica que la mayoría de las actividades que se van a expandir lo harán a través de relaciones capital-trabajo muy bajas. Vamos a una economía parecida a la de los años 80 cuando básicamente teníamos crecimiento vegetativo y poco incremento del stock de capital.
* Tendremos un tipo de cambio real alto, un alto poder adquisitivo del dólar, a lo mejor no tan alto como hoy, pero por mucho más alto que el promedio histórico.
* Y ese valor del dólar implica que va a haber buenos negocios en exportaciones y en sustitutos de importación, pero el salario real va a ser muy bajo. Claramente vamos a tener por muchos años un tipo de cambio que los diplomáticos y los que ganan en dólares van a ser privilegiados.
* Tenemos un país con restricciones estructurales de magnitud y con una tarea de reconstrucción muy grande. El próximo presidente, si entiende lo que ha pasado, va a durar. Si no entiende lo que ha pasado y cómo se ha destruido a la Argentina, no va a durar. El próximo presidente si dura los cuatro años vamos a tener en serio un gobierno de transición, porque Duhalde no entendió el rol de su gestión.
La actividad
Funcionarios del gobierno de Eduardo Duhalde se esmeran en mostrar cifras que muestran que la caída se detuvo. Broda indicó que "la economía está aterrizando en el fondo del pozo". Explicó que "entre el tercer y cuarto trimestre del año pasado y el primero de este, el PBI cayó a una velocidad anual del 19%; en el segundo trimestre cayó a una velocidad de cero". Agregó: "Tuvimos un mayo y junio relativamente buenos que fueron con crecimiento positivo con relación al mes anterior, pero julio ya no fue de crecimiento, y lo que va de agosto es muy parecido, hoy básicamente la economía ha parado de caer".
De todas formas, Broda advierte que esos son números globales pero las situaciones son muy disímiles según el sector. Al respecto, indicó que "se ve una extraordinaria situación en el agro, en los sustitutos de importación, hay un coto de caza muy muy favorecido por esta salida desordenada de la convertibilidad".
Remarcó que "hay sectores que han sido muy beneficiados por este desastre y probablemente van a serlo por muchos años: vamos a tener un dólar alto para sectores que ganan en dólares y cuyas deudas han sido pesificadas".
Pero, por fuera de esos sectores, "es muy difícil encontrar a alguien que tenga un plan de inversión". Señaló que "hoy hay mucha incertidumbre y se piensa que esto no se termina cuando se va Duhalde sino que continúa: como hay entre dos tercios y tres cuartos de la sociedad que está convencida de que con programas populistas y nacionalistas se va a salir, por eso hay muchas dudas de cómo va a ser la segunda parte de 2003 y lo que siga".
La Ciudad
