Año CXXXV
 Nº 49.588
Rosario,
domingo  01 de
septiembre de 2002
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Millet: "Los únicos que se van a ir del partido son los oportunistas"
El líder del Cepa Radical cree que la UCR llegará al ballottage en las elecciones de marzo próximo

El diputado nacional Juan Carlos Millet aseguró que si el radicalismo "recupera el sentido popular que extravió" en la última etapa, al final "los únicos que se van a ir del partido son los oportunistas, que también los tenemos". Además reiteró que la UCR irá al ballottage en los próximos comicios. Su optimismo radica en que, para él, la UCR "tiene al único candidato creíble: Rodolfo Terragno". El líder del Cepa Radical no cree que la gente le vaya a dar la espalda al centenario partido en los próximos comicios, porque (a diferencia del PJ, que "premió a Carlos Menem luego de dejar el poder") la UCR dejó a Fernando de la Rúa "al borde de la expulsión partidaria".
-¿No cree que pasó el tiempo del radicalismo?
-El radicalismo tiene más de un siglo en el país y es parte de su vida social y política. La Argentina va a terminar saliendo de esta crisis y, cuando lo haga, también habrá un aporte valioso del radicalismo. Así fue siempre. No sirve abrir juicios históricos desde la perspectiva de coyuntura. Pensar que pasó el tiempo de un partido como la UCR sería como pensar que ya no tenemos la Nación como fue concebida y funcionó durante 150 años. De ninguna manera pasó el tiempo de la Argentina ni pasó el tiempo del radicalismo.
-Mucha gente decepcionada se aleja de la UCR buscando nuevos horizontes políticos...
-Que haya dirigentes que abandonan la UCR no implica mucho más que una decisión individual; como dijo Alem "que se rompa pero que no se doble". Y esto es la ratificación de ese principio. Algunos lo hacen por oportunismo, pensando que hay opciones más fáciles para mantenerse cerca del poder; otros quizás creen que su pensamiento se canaliza mejor en otro lado. Pero no es la primera vez que esto ocurre en la historia de la UCR. Los horizontes que buscan ellos son distintos de los que buscan los radicales que reafirman los principios por encima de las coyunturas.
-En las encuestas, la UCR aparece muy lejos de las preferencias populares.
-Es verdad. Pero fíjese este fenómeno: las encuestas indican que la gran mayoría de la gente identifica a Menem como el responsable de la tremenda crisis moral y económica de la Argentina. También que la indecisión y la improvisación de Duhalde han empeorado la situación del país. Sin embargo, esas mismas encuestas revelan una preferencia por candidatos que pertenecen a ese partido. Se responsabiliza a los candidatos como individuos y no al partido. En el caso del radicalismo, por el contrario, se lo engloba como si todo fuera igual a De la Rúa. Más aún: Menem contó siempre con el apoyo irrestricto del justicialismo, que lo pone como presidente partidario, lo premia, al finalizar su mandato. A De la Rúa, en cambio, el radicalismo no sólo lo cuestionó sino que lo puso al borde de la expulsión. Y aquellos que diferencian a Duhalde y a Menem del justicialismo son los mismos que castigaron sin piedad al radicalismo cuando aparecían dirigentes que marcaban diferencias con el gobierno de De la Rúa. En el momento de las renuncias de Terragno, (Federico) Storani y otros, hubo periodistas y mucha gente que los veían como desertores abandonando a su presidente y no como radicales que se iban de un gobierno que había abandonado sus principios.
-¿La UCR puede ir con un candidato propio, entonces?
-Sin ninguna duda. A mi juicio es tiempo de reafirmar los principios y de diseñar un programa factible, plausible, creíble. La Argentina, la gente, los radicales, necesitamos llegar a la elección presidencial con un candidato propio y con una identidad auténticamente radical.
-¿Le parece que puede aparecer un candidato creíble para la gente?
-Un candidato honesto, cuya trayectoria demuestra que es auténtico, responsable y capaz, que es una persona de bien reúne las condiciones necesarias. Pero no es suficiente porque, además, su propuesta debe ser realizable. Y si esto es así, entonces el radicalismo sí tiene un candidato creíble. Es más, el radicalismo tiene al único candidato creíble.
-¿No le parece exagerado?
-Aunque suene rimbombante, es cierto lo que digo. Veamos algunos ejemplos, tomemos el caso de Elisa Carrió. Reúne las condiciones de capacidad, honestidad, probidad moral e intelectual. Sin embargo, no tiene plan, ni programa, ni ensayo. O el caso de Menem: él sí tiene una propuesta, un programa. Pésimo para el país, por cierto, pero lo tiene. Lo que no puede es demostrar honestidad, ni probidad intelectual, ni moral. Nosotros, en cambio, tenemos un dirigente como Terragno, con un plan de crecimiento sustentable en el mediano y largo plazo. A lo mejor es más vendedor decir que vamos a romper con el mundo, o que vamos a tener un dólar igual a un peso. Incluso algunos lo van a plantear, pero ya sabemos que es impracticable. Terragno plantea las cosas con una racionalidad que no tiene nadie.
-¿Supone que la ciudadanía no quiere una renovación de la política como la que plantea Carrió?
-Por supuesto que la quiere. Pero de allí a decir "que se vayan todos" hay una distancia insalvable. Eso es una consigna, pero no un programa de renovación. Oscurece el escenario político, impide ver las responsabilidades de cada uno. No todos los políticos son iguales ni han tenido el mismo poder decisorio en estos años. Dentro de unos meses, sin tensar tanto las instituciones, se debería renovar el 86% de todos los cargos electivos del país. El eje de esa campaña es por apenas un 14% de los cargos, repartidos en todas las legislaturas y municipios del país. ¿Y cuál es el sentido de esa consigna? Pongamos un ejemplo: como usted dice, hay algunos radicales que quieren apoyarla. Supongamos que se van al ARI: ¿ya está?, ¿se renovó la política porque cambiaron de partido? Entonces aquel "que se vayan todos" era "que se vayan, pero al ARI".
-¿Por qué entonces hay dirigentes que están planteando su ruptura con la UCR para acompañar a la diputada chaqueña?
-Los verdaderos radicales van a quedarse. Las buenas propuestas que pueda tener el ARI, si son buenas y serias, seguramente estarán también en nuestro programa de gobierno, con la diferencia de que el radicalismo tiene más posibilidades de llevarlo a la práctica a nivel nacional. De todos modos, hasta ahora no escuché ninguna propuesta de gobierno que me pareciera digna de apoyar que venga de los técnicos que acompañan a Carrió. Si la UCR recupera el sentido popular que se extravió en la última etapa, al final los únicos que se van a ir del partido son los oportunistas, que también los tenemos.
-¿Es optimista respecto al futuro electoral del radicalismo?
-Basta con señalar que Carrió o Rodríguez Saá, que tienen la mayor intención de voto, no superan el 20%. Llevarlos a todos los programas y entrar en contradicciones puede ser un buen negocio para el rating y para los anunciantes, pero lo único que sugieren esas encuestas es que el próximo presidente será electo en segunda vuelta. Pese a que algunas estrategias nos quieren dejar afuera de la discusión , la UCR participará en el ballottage.



"Carrió no tiene plan, Menem sí y es pésimo para el país".
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