El derechista Joerg Haider tira la toalla en su partido

Viena. - El líder de la extrema derecha austríaca, Joerg Haider, anunció que abandona la política a nivel federal y la actividad en su partido, porque los ministros de éste se niegan a seguir sus consignas. Haider, quien fue severamente criticado en sus propias filas por visitar al presidente iraquí Saddam Hussein, reprocha a los ministros de su partido el haber pactado con sus aliados socialcristianos en el gobierno nacional el aplazamiento hasta 2004 de una reducción de impuestos, una de sus exigencias fundamentales.
Haider, que en la lucha interna del Partido Liberal Austríaco (FPO) por el poder no pudo imponerse a su sucesora en la jefatura de la agrupación, Susanne Riess-Passer, tiró así definitivamente la toalla. "Ahora me retiro definitivamente de todas las actividades del partido", anunció el político a la radio austríaca ORF.
Haider, quien transformó al FPO en la segunda agrupación política del país luego de un período en que ésta no recibía más del 5% de los votos, agregó: "Tuve que ceder porque si no, no quedaría nada del FPO", que en la actualidad es socio minoritario en la coalición de gobierno. "No quiero molestar a nadie" pese a que la cúpula del FPO "va por el camino equivocado", argumentó el gobernador de la provincia austríaca de Carintia.
El ultraderechista -quien aseguró estar decepcionado- dijo que algunos medios de comunicación y también políticos hicieron contra él una campaña de "psicoterrorismo". "Escribieron que ya no soy normal", un "caso psiquiátrico", y agregó que "al final de la carrera política" ya no tiene la fuerza para empezar de nuevo en la agrupación. "El FPO cometió el error histórico de dejarse influenciar por el socio de la coalición", consideró.
Sin embargo no descartó totalmente su regreso a la cúpula partidaria. Si en las elecciones parlamentarias dentro de un año el FPO sufre una grave derrota, "seré un Sísifo del FPO que entonces estará nuevamente dispuesto a empujar la roca cuesta arriba por la montaña", indicó.
Haider y el FPO lograron notoriedad mundial cuando, luego de una performance electoral excepcional, ingresaron como socios en el nuevo gobierno austríaco, en febrero de 2000. Esto motivó la protesta de la Unión Europea. Muchos países tomaron entonces sanciones bilaterales contra Viena. (DPA)