Año CXXXV
 Nº 49.588
Rosario,
domingo  01 de
septiembre de 2002
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Cascos azules: Londres y Roma se distancian de Europa

John Chalmers

Elsinore, Dinamarca. - Gran Bretaña e Italia se distanciaron ayer de sus socios de la Unión Europea (UE), en una disputa sobre el recientemente creado Tribunal Penal Internacional, sugiriendo que podrían firmar un acuerdo de inmunidad bilateral con EEUU. Esta postura es una victoria diplomática para Washington, cuyos esfuerzos por mantener a los estadounidenses fuera del alcance del Tribunal Penal se han sumado a las tensiones transatlánticas sobre Irak, y podrían suponer un golpe a la credibilidad de la corte.
Un portavoz del ministerio de Relaciones Exteriores británico dijo que el Gran Bretaña esperaría hasta que la UE alcance una posición común sobre los acuerdos de no entregar a ciudadanos estadounidenses al Tribunal Penal Internacional. Sin embargo, añadió que tales acuerdos mantendrían los postulados fundacionales del tratado. "No vamos a expresar la posición británica hasta que conozcamos la europea, si es que hay una", dijo el portavoz durante la reunión de ministros de Relaciones Exteriores de la UE en la localidad danesa de Elsinore. "Admito que este tipo de acuerdos no son incompatibles con el tratado del TPI", añadió.
Los diplomáticos dijeron que el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, había dicho a la prensa italiana el viernes que Roma estaba dispuesta a cerrar un acuerdo con Washington, tras los controvertidos ejemplos de Rumania, Israel y Timor Oriental. "(Berlusconi) está convencido de que es un problema para Washington y nadie puede ignorar que es un problema real", dijo un diplomático italiano. "(Berlusconi) quiere que la UE tenga en cuenta las preocupaciones de Washington e intente llegar a una posición común que no ponga en peligro el TPI", añadió. Sin embargo, Italia, como Gran Bretaña, quiere aguantar su propio acuerdo hasta que haya una posición común en la UE.

Sin sorpresas
El tribunal, que se espere entre en funcionamiento en La Haya (Holanda) a principios del próximo año, se creó para juzgar a acusados por atrocidades, genocidio, crimenes de guerra y abusos sistemáticos de los derechos humanos. Sin embargo, EEUU, que teme que sus soldados puedan ser vulnerables a acusaciones políticamente motivadas, se opone a la corte.
El mes pasado logró un período de gracia de un año tras amenazar con vetar todas las operaciones de paz en el Consejo de Seguridad de la ONU. Desde entonces, Estados Unidos ha presionado a los países que ratificaron el TPI para buscar que firmen "acuerdos de inmunidad" bilaterales bajo el artículo 98 del tratado de la creación de la corte.
Los expertos legales de la Comisión Europea han concluido que tales pactos no son compatibles con el tratado. Los diplomáticos no se mostraron sorprendidos de que Gran Bretaña e Italia -ambos considerados como muy cercanos aliados de EEUU- estuvieran distanciándose del bloque, pero expresaron su decepción de que no lo hubieran hablado primero con sus socios comunitarios. "Lo importante es que la UE actúe en forma conjunta", dijo la ministra sueca de Relaciones Exteriores, Anna Lindh. Añadió que esos compromisos minarían la acción del tribunal.
Los diplomáticos dijeron que Alemania cree que el artículo 98 del tratado del TPI proporciona legalmente acuerdos bilaterales, pero que políticamente mata el espíritu del proyecto. (Reuters)


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