La crisis económica obligó a los consumidores a restringir el uso del teléfono y de los automóviles, al tiempo que el menor nivel de actividad provocó una caída en el número de pasajeros transportados en subtes, trenes y colectivos. Así lo indica el informe dado a conocer ayer por el Indec que reveló que el consumo global de servicios públicos en Argentina registró en julio una caída de 5,8 por ciento frente a igual mes del año pasado, en términos desestacionalizados. No obstante, si se compara con junio de 2002 se detecta un aumento de 2,6 por ciento en la serie con desestacionalidad y de 8,7 por ciento en la medición que incluye factores generales, como días hábiles o vacaciones.
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