Partidos de izquierda, organizaciones sindicales y de desocupados realizaron ayer una jornada de protesta en todo el país, bajo la consigna "que se vayan todos", que concluyó con una concentración en Capital Federal, frente al Congreso de la Nación, y una movilización a Plaza de Mayo. En Rosario la jornada de repudio concentró a unos tres mil manifestantes.
La jornada de protesta fue convocada por la diputada nacional del ARI (Alternativa por una República de Iguales), Elisa Carrió; su colega de Autodeterminación y Libertad (AyL), Luis Zamora y por el titular de la Central de Trabajadores Argentinos (CTA), Víctor De Genaro. Ya que se trataba de una convocatoria multisectorial, el acto no incluyó los habituales discursos desde el palco sino que los dirigentes se mezclaron entre la gente.
Durante el acto central, que se desarrolló frente al Congreso, los organizadores, por intermedio de los actores Norman Brisky y Héctor Bidonde, anunciaron la realización de un paro de actividades con movilización para dentro de quince días.
También anticiparon que participarán de un abrazo simbólico al edificio del Congreso, el viernes 13 de septiembre, cuando la Cámara de Diputados analice el juicio político a la Corte Suprema de Justicia.
Los actores que hablaron frente al Congreso remarcaron que la convocatoria se hizo para "que se vayan todos, que no quede ni uno solo", en relación a la clase política actual, a los jueces de la Corte Suprema de Justicia y a las empresas extranjeras que explotan los servicios privatizados.
"Esta es una marcha contra la trampa electoral, contra la represión, contra los tarifazos, contra la corrupción, contra el Fondo Monetario Internacional (FMI), Repsol-YPF, Telefónica y Telecom", enfatizaron los oradores.
En un análisis de la jornada de protesta, el secretario general de la CTA, Víctor De Gennaro, evaluó que la convocatoria tuvo un éxito "contundente" y opinó que "es una mentira del sistema que no se pueden cambiar las cosas y construir un gobierno para los argentinos".
"Hoy vivimos el preludio de lo que será el próximo mes de septiembre, de lucha, rebelión y esperanza para el pueblo", sostuvo el sindicalista, quien participó de la jornada de movilizaciones en la capital santafesina. De Gennaro adelantó que en los próximos días "vamos a comenzar a quebrar las políticas del no se puede y encaminarnos a construir un gobierno de los argentinos".
Por su parte, Luis Zamora dijo: "Hoy dimos el primer paso, y si el pueblo lo decide se tendrán que ir todos. El que se queda lo está haciendo en un lugar que la población no quiere que se quede".
Carrió, mientras tanto, calificó como "una maravilla" la convocatoria y destacó que el reclamo "no es contra nadie, sino que es por una Argentina distinta".
"Esto es lo que queríamos, que la gente independiente se involucre y que ponga el cuerpo para hacer otro país", afirmó.
El reclamo rosarino
En tanto, unos tres mil rosarinos prolongaron el grito de "que se vayan todos" en la plaza San Martín. Luego de que la columna principal concentrara en plaza Pringles, los manifestantes marcharon por Córdoba con las Madres de Plaza 25 de Mayo a la cabeza y con pancartas de la CTA, Hijos y decenas de organizaciones sociales, políticas, gremiales y estudiantiles, así como integrantes de asambleas barriales. Las distintas columnas coincidieron frente a la sede rosarina de la Gobernación, donde se realizó el acto central. Luego de entonar el Himno Nacional, el líder piquetero Luis D'Elía respetó la promesa de realizar un acto sin oradores y tan sólo se leyó un documento con duras críticas al gobierno nacional.
"Los responsables del hambre y la pobreza quieren quedarse todos", dijo Susana Avalos desde el improvisado escenario, para acusar al PJ, la UCR, la Corte y al Ejecutivo nacional de protagonizar "el espectáculo vergonzoso de cómo van a ser las elecciones para que gane el caballo del comisario del sistema".
También afirmó que "están convirtiendo al país en un Estado mafioso" y no olvidó las sangrientas jornadas del 19 y 20 de diciembre pasado. "Debemos construir la patria que soñamos", sostuvo, y concluyó: "Que se vayan todos para que decida y gobierne el pueblo". Finalmente, los manifestantes marcharon en torno a la ex Jefatura, cada uno con sus consignas y con cánticos como "paso, paso, un nuevo argentinazo" y "me parece que a marzo no vamos a llegar".
Con cortes de rutas, puentes y calles en todo el país, las distintas organizaciones que conforman el movimiento piquetero manifestaron su adhesión a la jornada nacional. Así, el "que se vayan todos" ocupó el centro de las protestas en puntos neurálgicos de los accesos a Buenos Aires, importantes avenidas del conurbano, rutas provinciales, y calles y ciudades de todo el país.
Los cortes y marchas se produjeron en forma pacífica, coordinada y simultánea, en Neuquén, Tucumán, Mar del Plata, La Plata, Chaco, Santa Fe, Córdoba e importantes localidades de la provincia de Buenos Aires.
Además, las columnas que ingresaron a Buenos Aires desde distintos puntos del conurbano realizaron cortes de calles y protestas frente a la sedes de Repsol-YPF, Telefónica, el Registro Nacional de las Personas e instalaron una olla popular frente a la Quinta de Olivos, previo corte del puente Saavedra.
La ruta nacional 3, a la altura de La Matanza, fue cortada por más de 5.000 personas, enroladas en la Corriente Clasista y Combativa (CCC) y la Federación Tierra y Vivienda. También las delegaciones La Plata, Berisso y Ensenada de la CCC interrumpieron el tránsito en los dos carriles de la autovía.
Asimismo, unos 300 desocupados de la CCC cortaron la cabecera de la autopista La Plata-Buenos Aires en el partido de Ensenada. Allí realizaron una olla popular para luego marchar hasta la sede del Ministerio de Economía y la Casa de Gobierno provincial. Las organizaciones piqueteras también realizaron cortes en diversos puntos del conurbano.
Sobre el puente Pueyrredón, más de 500 piqueteros cortaron el tránsito en ambas manos de uno de los principales accesos a la Capital desde la zona sur del conurbano bonaerense. Los manifestantes se instalaron sobre el puente por la mañana y provocaron un congestionamiento vehicular.
De Ushuaia a La Quiaca
En Mar del Plata, unos dos mil manifestantes recorrieron las calles en un día lluvioso y frío. La marcha comenzó pasadas las 11.30 desde distintos puntos de la ciudad para terminar en las escalinatas de la catedral marplatense, donde se realizó un acto. A pesar de la intensa lluvia, la protesta organizada por la CTA, la CCC, organizaciones de Derechos Humanos, barriales, sociales y políticas no fue suspendida.
En Neuquén, los gremios enrolados en la CTA, organizaciones de desocupados y partidos políticos de izquierda, el ARI y el Frente Grande, entre otros, cortaron por unas horas el puente carretero que une la capital provincial con la ciudad rionegrina de Cipolletti.
La movilización de alrededor de 4.000 personas partió cerca del mediodía y pasó por distintos organismos oficiales hasta llegar a Casa de Gobierno, donde se entregó un petitorio y finalizó con el corte del puente carretero.
En San Miguel de Tucumán, más de 3.500 estatales coparon la escalinata de la Casa de Gobierno. La protesta significó la paralización casi total de la actividad estatal en la provincia.
También se registraron movilizaciones en las provincias de Córdoba y Chaco, donde varios movimientos sociales y políticos protagonizaron una ruidosa manifestación. Para garantizar la afluencia de público en la movilización, el Movimiento General San Martín, la Corriente Clasista y Combativa y el Movimiento Barrios de Pie levantaron durante la mañana los piquetes que mantenían en los accesos a Resistencia.
Por su parte, la filial correntina de la CTA llevó a cabo una marcha para "demostrar el hartazgo del pueblo de Corrientes y del país de una clase política desprestigiada y desacreditada".