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El puente del Che

Quisiera adherir, desde esta tribuna, a la idea que Daniel Perea planteó en esta sección de lectores al proponer una acción de marketing turístico aprovechando el aún anónimo puente Rosario-Victoria. También comparto que los pocos felices y apolillados nombres que se barajan poco harán al recuerdo de tan impresionante e inigualable obra, no sólo por la construcción en sí sino por el singular marco natural que la rodea y que queremos promocionar como potencial destino turístico. Sin dudas existe un posible nombre que hará que muchos ojos y oídos, y digo muchos, estén atentos a esta bellísima región. Se me ocurre que el bautismo será de lo más difundido y recordado si el "pequeño" de cemento y acero pasa a llamarse "Che". El Puente del Che. De más está comentar las pasiones e ideales que este nombre connota, pero quisiera agregar algo más. Hasta el frívolo ambiente de la moda internacional se aprovecha de la memoria del "argentino más famoso" para realizar un desfile y cubrir con estampados de su rostro los cuerpos de las modelos más bellas y famosas del mundo con la única finalidad de llamar la atención de millones de personas. No seamos tan hipócritas y conservadores que así nos va. Tomemos de una vez por todas una decisión atrevida, memorable, respetuosa y ...¿revolucionaria?. Démosle al puente el nombre del Che, con toda la impronta del homenaje y la eficacia de una apropiada estrategia de marketing que redundará en que nuestra ciudad y la de Victoria se posicionen como una real opción para ser disfrutada por los posibles visitantes.
Delfor Cabrera