Santa Fe. - Un nuevo frente de tormenta amenaza con oscurecer aún más el complicado panorama en el Arzobispado de Santa Fe al trascender una supuesta vinculación familiar del padre Mario Grassi, vicario del Episcopado para la Educación, con dos empresas -una mutual y otra de servicios- cuyo titular sería su sobrino Enrique Grassi.
Una de esas empresas, denominada Venlaca, estaría encargada de la confección de los recibos de sueldos de no menos de 15 escuelas parroquiales o confesionales que dependen directamente del Arzobispado y cuyo costo es solventado a través de las partidas que el Ministerio de Educación envía a esos establecimientos.
El Ministerio de Educación de la provincia se ocupaba directamente de ese servicio hasta 1992, año en que se decidió que cada establecimiento se encargara de esa tarea, previa transferencia de las partidas correspondientes a las distintas escuelas.
Venlaca no se encuentra registrada como una sociedad de responsabilidad limitada en el Registro Público de Comercio, aunque aparece como una simple sociedad de hecho. De esta manera resulta prácticamente imposible conocer detalles de su conformación.
El padre Mario Grassi está al frente del área de la educación privada en el Arzobispado y de él dependen en forma directa todas las escuelas parroquiales, en contraposición a los establecimientos de la congregación y que se encuentran menos comprometidas.
Hasta donde se pudo conocer ayer, la elaboración de esos recibos de haberes supone importantes recursos en carácter de subsidios a colegios del sector privada y su confección no recibe ningún tipo de control, ya que el ministerio se limita al envío de las partidas asignadas de acuerdo a la información que le es suministrada por parte de los colegios. Incluso, se sostiene que por ese trabajo no habría registro de que se entregaran recibos.
Lazos familiares
La otra sociedad comercial que estaría vinculada familiarmente al padre Grassi es la Asociación Mutual de Docentes de Institutos Privados (Andiep), y como en el caso de la anterior su presidente también sería Enrique Grassi, cuyas sus oficinas se encuentran ubicadas en Hipólito Yrigoyen 2620. Esta mutual brinda servicios de salud y sociales a los empleados de los colegios particulares, sobre los cuales el padre Grassi tiene vinculación por ser la funciones que tiene a su cargo como vicario episcopal para la Educación.
Sobre el caso de la mutual existe una denuncia radicada en el Juzgado Civil de la 7ª Nominación presentada por un afiliado, donde se pide la anulación de una asamblea y la aprobación de los balances a partir de la comprobación de préstamos por 50.000 pesos de su presidente a su propia entidad.
En ese sentido, se entiende que es éticamente cuestionable que el propio presidente sea prestamista y acreedor de la entidad al mismo tiempo y no existe claridad en torno al origen y destino de esos fondos, con lo cual se estaría abriendo una duda en torno a la intención de esa mecánica financiera.
Este hecho habría motorizado un trámite administrativo en el Inaes y en la Dirección de Cooperativas y Mutuales de la provincia, impugnando el procedimiento y a la asamblea que avaló esos balances, al margen de la denuncia en el Juzgado Civil.