El Ministerio de Seguridad bonaerense recomendó ayer al titular del Pami, José Manuel Corchuelo Blasco, que no viajara a la ciudad de Bahía Blanca donde anteanoche, tras reunirse con él, fue asesinado el presidente de la Asociación Médica local, Felipe Glasman. "Al enterarnos del hecho nos pusimos en contacto con personal de Seguridad de la provincia de Buenos Aires, quienes nos recomendaron no regresar a Bahía Blanca", dijo Corchuelo Blasco.
Sin embargo, el interventor de la obra social de los jubilados concurrió nuevamente a Bahía Blanca ayer por pedido del ministro de Salud de la Nación, Ginés González García, para solidarizarse con los familiares de Glasman, asesinado a balazos anteanoche en pleno centro bahiense.
Al confirmarse que no se había tratado de un robo, los investigadores no descartaron que el titular de esa la agremiación haya sido "ejecutado" por alguna razón gremial o profesional.
Precisamente en esa línea investigativa se tomó en cuenta el convenio que Glasman acababa de firmar ese mismo día con Corchuelo Blasco, por el cual varios médicos bahienses deberán devolver el dinero indebidamente cobrado en concepto de un plus a jubilados.
En tanto, la Asociación Médica de Bahía Blanca dispuso ayer un paro por 48 horas en señal de duelo y repudio por el asesinato de su presidente. Además convocó a los profesionales médicos a suspender sus tareas en los consultorios privados, como así también restringir la atención en los hospitales públicos, privados y restantes servicios de salud.
Glasman, de 63 años, fue asesinado a las 21,15 de anteayer por dos hombres que lo interceptaron en una calle céntrica de Bahía Blanca, uno de los cuales le efectuó tres disparos a quemarropa cuando se hallaba a bordo de su automóvil.
Ayer, dos hombres eran buscados por la policía como sospechosos de haber participado en el crimen del médico cuando lo abordaron momentos después de que el profesional abandonara su consultorio situado en Saavedra al 300.
Un fusilamiento
El comisario Pedro Caminitti, de la secciona primera, precisó que los testigos que declararon ante la policía y que asistieron a Glasman segundos después del ataque, aseguraron que vieron al médico hablar con una persona, la que luego lo baleó a muy poca distancia.
"Otro individuo que actuaría de apoyo lo estaría aguardando a bordo de un automóvil gris", agregó Caminitti, en un alto de una reunión que mantenía con los jefes de Seguridad y de Investigaciones de la Departamental Sur.
El jefe policial descartó que el móvil haya sido el robo porque reveló que Glasman llevaba consigo 1.600 pesos cuando fue abordado en Saavedra al 400, a una cuadra de su consultorio y frente a su automóvil Renault 9 dominio TPS 914, al que no alcanzó a subir.
La muerte del profesional se produjo como consecuencia de tres balazos que recibió, uno a la altura de la frente y los otros dos en el torso, realizados con una pistola que podría ser de calibre 9 milímetros. (Télam)