Londres. - Varios líderes de la comunidad internacional en general y de la comunidad árabe en particular se mostraron contrarios a que se realice un ataque militar contra Irak, un día después de que el vicepresidente de EEUU, Dick Cheney, pronunciara un polémico discurso al respecto. Ayer, aviones estadounidenses y británicos efectuaron dos ataques, uno de ellos contra el aeropuerto de Mosul, a 400 kilómetros de Bagdad, y otro sobre An Nukhayb, a 200 kilómetros de la capital iraquí. Los aviones aliados dispararon mientras líderes árabes analizaban el llamado que hizo el lunes el vicepresidente estadounidense, Dick Cheney, para lanzar un ataque preventivo contra Irak, al afirmar que las armas de exterminio masivo de Bagdad representaban un peligro mortal para EEUU y que un eventual regreso de los inspectores de armas de la ONU no tendría ningún significado en las deliberaciones de Washington acerca de una operación militar para derrocar a Saddam Hussein.
En Bagdad, Saddam, que se reunió con el ministro de Exteriores de Qatar, dijo que Irak había cumplido con todas las obligaciones derivadas de las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU y acusó al organismo mundial de no actuar en reciprocidad levantando las sanciones impuestas hace 12 años tras la invasión a Kuwait.
Preocupación en Medio Oriente
Pero las declaraciones de Cheney causaron alarma entre los aliados árabes de Washington, que respaldaron abiertamente a la coalición encabezada por EEUU que expulsó a las tropas iraquíes de Kuwait en 1991. "Atacar a Irak es algo que podría tener repercusiones. Tememos que ocurra el caos en la región", dijo el presidente egipcio, Hosni Mubarak. "Creo que no hay ningún Estado árabe que quiera un ataque contra Irak. Ni Kuwait, ni Arabia Saudita, ni ningún otro país árabe quiere eso", afirmó Mubarak. El otro gran aliado de EEUU en Medio Oriente, Arabia Saudita, "dijo claramente que no permitirá la utilización de sus bases para atacar a Irak", recordó el presidente egipcio.
Qatar también trató de aliviar la presión causada por la crisis iraquí en la región cuando su ministro de Relaciones Exteriores, jeque Hamad bin Jassim bin Jabr al-Thani, tras reunirse ayer con Hussein en Bagdad, dijo que sus conversaciones estuvieron orientadas a evitar una "catástrofe". Qatar, que alberga una gran base aérea estadounidense que está siendo modernizada, se unió al rechazo de otros países árabes a cualquier ataque contra Irak.
También el canciller alemán, Gerhard Schroeder, criticó las declaraciones de Cheney, acerca de la necesidad de un ataque preventivo. Además, Schroeder volvió a dejar claro que Alemania no participará en una intervención militar en Irak. El canciller alemán señaló que en Medio Oriente se necesita paz, no guerra.
El ministro del Exterior de Francia, Dominique de Villepin, rechazó la idea de realizar un ataque militar a Irak sin el consentimiento del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. (Reuters, AFP y DPA)