El abierto de tenis de Estados Unidos ofreció ayer un récord de retiros por lesiones, en un día de drama, lágrimas y emoción. Siete jugadores -el croata Mario Ancic, el italiano Andrea Gaudenzi, el australiano Julian Knowle, el holandés Richard Krajicek, el australiano Mark Philippoussis, el húngaro Attila Savolt y el alemán Rainer Schuettler- no pudieron terminar sus partidos. La cifra es récord para una primera ronda en torneos del Grand Slam, e iguala la cifra del US Open para todo el torneo. El récord de jugadores retirados en un Grand Slam es de ocho. En medio de una tarde tan particular, la suiza Martina Hingis abandonó el estadio Louis Armstrong conteniendo las lágrimas y visiblemente emocionada, en tanto que el ruso Marat Safin y el alemán Nicolas Kiefer disputaron un partido en cuya fase final aguardaban dos sillas de rueda listas para transportar a los exhaustos jugadores. Lesionada y ausente de la parte central de la temporada, Hingis regresó este mes al circuito. La ex número uno del mundo es hoy la novena del ránking, y debió luchar duramente para derrotar a la estadounidense Marisa Irvin por 6/3, 5/7 y 6/4. Hace poco tiempo Hingis hubiera vencido con facilidad en sets corridos a la estadounidense. Pero ayer desperdició una ventaja de 6-3 y 4-1 para ganar sufriendo. Abandonó ovacionada la cancha central, luchando por contener las lágrimas que asomaban a sus ojos. Safin y Kiefer jugaron un partido extenuante. El resultado de 6/3, 4/6, 6/4 y 7/6 (7/4) para el ruso, tras cuatro horas y 31 minutos, llegó con un final dramático: Kiefer tomándose con dolor en el piso una de sus piernas, acalambrado e incapaz de terminar el tie break.(DA)
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