Un importante operativo de ablación de órganos se realizó antenoche en el Hospital de Emergencias Clemente Alvarez (Heca). Un joven de San Nicolás, de 25 años, murió trágicamente en un accidente de moto cerca de Fighiera. A media tarde, luego de rigurosos estudios que determinaron la muerte cerebral, se habló con la familia para que diera el consentimiento de la intervención. Así se extrajeron el hígado, las dos córneas, ambos riñones, el corazón y piezas óseas. En la intervención participaron los equipos profesionales del Centro Unico de Ablación e Implante de Organos (Cudaio) de Rosario, del Hospital Italiano de Buenos Aires y del Hospital Centenario de Rosario.
Las autoridades del Cudaio se mostraron satisfechas por el éxito de esta intervención, aunque aprovecharon la oportunidad para manifestar su preocupación por la falta de donantes.
Cerca de las tres de ayer, en un avión sanitario, el hígado del joven fallecido fue enviado al Hospital Italiano de Buenos Aires, donde se le realizó un trasplante hepático a Josefina Santice, que estaba en lista de emergencia nacional para recibir por segunda vez este órgano. Al cierre de esta edición, la paciente se encontraba hemodinámicamente estable con pronóstico reservado.
Los dos riñones, en tanto, viajaron a la ciudad de Santa Fe, el corazón y las piezas óseas se enviaron al Instituto Nacional Central Unico Coordinador de Ablación e Implante (Incucai), donde se los prepara para futuros trasplantes; y las córneas quedaron en Rosario.
Un "momento terrible"
El titular del Cudaio, Armando Perichón, destacó la actitud de la familia del joven. "Hay que tener en cuenta el momento terrible que atravesaban, y sin embargo dieron la conformidad para que se realizara la ablación", subrayó.\El dato no es menor, porque el profesional comentó que la crisis institucional también resintió los operativos del Cudaio. "Cuando nuestro equipo habla con las familias la situación de desconfianza a las autoridades aparece en muchas ocasiones", explicó.\En lo que va del año hubo en Rosario 198 denuncias de posibles donantes de los cuales el Cudaio determinó que 170 eran factibles de ser ablacionados. Sin embargo, sólo 28 familias dieron su conformidad y dos se descartaron luego de minuciosos estudios que determinaron que los órganos no eran aptos.