El gobierno decidió postergar ayer la fecha de las elecciones internas abiertas, que serían el 15 de diciembre, y establecer que sólo podrán votar afiliados e independientes en cada uno de los partidos políticos que presenten más de un candidato para los comicios presidenciales.
El jefe de Gabinete, Alfredo Atanasof, reconoció que la demora en la realización de los comicios internos, inicialmente previstos para el 24 de noviembre, se debió a las adecuaciones que debe hacer el Poder Ejecutivo a los decretos para atender el fallo del juez salteño, Abel Cornejo.
Voceros del Ministerio del Interior indicaron que la nueva fecha prevista es el tercer domingo de diciembre, ya que para el primero son muy acotados los tiempos necesarios para la aplicación de los cambios y el 8 es feriado nacional.
El nuevo decreto de convocatoria a elecciones internas, que no afectará el calendario para los comicios previstos para el 30 de marzo del 2003 y una eventual segunda vuelta electoral para el 27 de abril siguiente, será firmado en las próximas horas.
Las modificaciones que se decidió aplicar al esquema de la interna partidaria responden no sólo al cuestionamiento judicial sino también a los reclamos realizados desde el menemismo y el radicalismo, que rechazaban la posibilidad de que afiliados de un partido puedan votar en los comicios de otra fuerza política.
El presidente Eduardo Duhalde analizó ayer a la mañana el nuevo cronograma electoral, que mantiene la fecha del 30 de marzo del 2003 para las elecciones generales, durante una reunión con el ministro del Interior, Jorge Matzkin, y otros integrantes del gabinete nacional.
El nuevo decreto confeccionado por el gobierno propone realizar las elecciones con un padrón partidario, que incluirá a los afiliados de cada partido político, y otro padrón que incluirá a los independientes.
De esta forma se salvaría la polémica generada por la posibilidad de que afiliados a un partido puedan votar en la interna de otra fuerza, que había autorizado el Poder Ejecutivo a través de un veto a la ley de partidos políticos que aprobó las elecciones internas, abiertas, obligatorias y simultáneas.
La administración nacional había argumentado esta decisión en los problemas manifestados por los jueces electorales para confeccionar padrones discriminados por afiliados de cada partido.
Atanasof afirmó que "nadie puede sentirse derrotado" por la decisión del juez Cornejo, aunque reconoció que el fallo causó "una sensación de decepción" entre algunos funcionarios porque "hubiésemos preferido que las internas fueran abiertas y simultáneas" como planteaba el decreto original de convocatoria firmado por el presidente.
El jefe de Gabinete insistió en que las directivas del presidente están orientadas ahora a "producir las adecuaciones necesarias" para que se respete el cronograma electoral establecido y el 30 de marzo del año que viene los argentinos puedan elegir un nuevo presidente.
Repercusión en el Senado
A partir de esta decisión del gobierno y luego de dos semanas de muchas tensiones y fracasos a la hora de sesionar, el Senado podrá volver a su actividad normal.
Fuentes del radicalismo y del menemismo coincidieron en señalar que con el anuncio que ayer hizo el Ejecutivo "pierde sentido la derogación del veto" que debía ser debatido como primer tema de la sesión de esta semana.
"Es indudable que si (el presidente Eduardo) Duhalde ha decidido respetar la ley, impidiendo que los afiliados puedan votar en las internas de otros partidos, no tiene razón de ser el proyecto de derogación", admitió un senador radical.
En el menemismo, principal opositor al veto de Duhalde, fueron más cautos, ya que si bien reconocen que se podría diluir el pedido de rectificación al gobierno, primero quieren "ver si la modificación que se anunció es tal como se piensa".