Año CXXXV
 Nº 49.583
Rosario,
martes  27 de
agosto de 2002
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Comienza travesía lacustre rumbo a milenaria Tiwanaku
Una misión arqueológica de EEUU llevará una enorme roca en una embarcación indígena por el lago Titicaca

Una enorme balsa de totora fue botada en Bolivia al lago Titicaca en el prólogo de una travesía que intentará demostrar el transporte acuático de las inmensas piedras que conforman la arquitectura de Tiwanaku, milenario asiento del primer imperio andino. La balsa, de 15 metros de eslora por 6 de manga y 10 toneladas de peso, empezó a surcar las aguas frías del lago navegable más alto del mundo -a 3.830 metros sobre el nivel del mar-, para iniciar un viaje de 90 kilómetros y unos nueve días.
Las ruinas de Tiwanaku, "ciudad sagrada" de una de las civilizaciones más antiguas de América, que se remonta a los años 1000 aC a 2000 aC, se encuentran a 70 kilómetros de La Paz, la capital de Bolivia, y a 10 de las orillas del Titicaca.
El proyecto está siendo llevado adelante por científicos de la universidad estadounidense de Pensylvania, quienes auxiliados por indígenas aymaras, intentarán demostrar cómo se construyó Tiwanaku. Con ese objetivo se realizó la enorme embarcación con esa resistente especie de junco acuático. Es decir que se respeta la tecnología andina del pasado y se transportará una enorme piedra de andesita de más de ocho toneladas que recogerá de una cantera a orillas del lago.
Los científicos, encabezados por el arqueólogo Alexei Vranich, realizan desde hace cinco años distintas investigaciones en las ruinas de esa considerada primera ciudad planificada de América del Sur.
La balsa de totora fue construida durante ocho semanas por la familia de Paulino Esteban, un viejo pescador aymara cuya familia figura en la historia de la navegación mundial como los fabricantes de distintas balsas con ese junco característico del Titicaca. Los expedicionarios Thor Heyerdahl, de Noruega, y el español Luis "Kitín" Muñoz utilizaron balsas construidas por la familia Esteban -de totora y otros materiales rústicos- que unieron, entre otras travesías, el golfo Pérsico y Africa y América del Sur y la Polinesia.
"En dos días, si tenemos suerte con el viento, estaremos en Copacabana para cargar la piedra que llevaremos a Tiwanaku", dijo ayer el veterano Paulino, a quien le pagaron 7.000 dólares por construir la nueva balsa. Tras partir de Huatajata, la embarcación navegará hasta el lugar donde le será cargada la inmensa andesita por una rampa expresamente construida por indígenas aymaras. Luego, emprenderá un viaje de unos cinco días rumbo a Santa Rosa, un pequeño puerto distante a 10 kilómetros de Tiwanaku. (Reuters)



Con la balsa se demostrará como llevaron las rocas.
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