Seis meses preso acusado de ahorcar a la mujer pero lo liberan

Claudio Alberto Medina y Ramona Edith Farías vivían una relación violenta. El golpeaba casi a diario a su compañera y un par de veces amenazó con matarla. Por eso se convirtió en sospechoso de homicidio cuando la mujer apareció muerta en la cocina de su casa. Ahora, después de pasar casi 6 meses en prisión, acaba de ser liberado porque para la jueza del caso es más creíble la versión del suicidio, que Medina sostuvo desde el primer día.
Farías vivía en Juan B. Justo al 8300 y murió la madrugada del 23 de febrero. Esa noche, como tantas otras, discutió violentamente con Medina y recibió una paliza. Además de ellos, en la casa que compartían estaba Magalí, la hija de Ramona.
Sólo Medina sabe cómo sucedieron realmente los hechos porque Magalí no vio nada. En ese momento, la chica dormía en la cama de la pareja.
La versión de Medina es que después de media noche encontró a su mujer colgada con un cable de un tirante de la cocina. Afirmó que él la descolgó, negó haberla matado y juró que Farías ya había intentado matarse dos veces.
Pero su carácter violento sembró de dudas su historia. En su contra jugaron los testimonios de varias personas que lo vieron castigarla en distintas ocasiones. Algunos de estos testigos habían escuchado cómo la amenazaba de muerte.
Uno de los indicios que lo complicaron en un posible homicidio fue que la mujer tenía golpes en el rostro. Por eso la hipótesis inicial fue que la mató como punto final de una discusión que comenzó muy temprano y fue haciéndose cada vez más violenta hasta desembocar en un crimen.
Sin embargo la reconstrucción del hecho pareció favorecer a Medina porque no quedó claro cómo podía haber colgado a la mujer con un cable de un tirante sin que ella intentara defenderse.
Además, la declaración de Magalí pareció ayudarlo. La chica dijo que al escuchar un ruido y levantarse encontró a Medina abrazando a Ramona y llorando sin consuelo. La nena también dijo que en ese momento su madre ya estaba "fría". Después cambió algunos detalles de su declaración y complicó un poco a su padrastro, pero la jueza Raquel Cosgaya consideró que tal vez lo hizo estimulada por los familiares de Farías para que lo incriminara en un supuesto asesinato.