Un brutal ajuste de cuentas que comenzó debajo del puente de Avellaneda y Circunvalación y que terminó con un hombre acribillado a balazos por dos jinetes armados con pistolas 9 milímetros. Una pelea entre ebrios en el barrio toba de la zona sudoeste de la ciudad y un incidente poco claro entre un grupo de vecinos de un barrio periférico de Villa Gobernador Gálvez que jugaban al truco en una esquina. Esos fueron los telones de fondo de tres crímenes que se produjeron con menos de 8 horas de diferencia y que tiñeron de sangre el comienzo del fin de semana. La policía tenía identificados y detenidos a algunos de los sospechosos de haber participado en dos de los episodios.
El primer caso se produjo poco después de las 22 del viernes en la zona sur de la ciudad. El hombre asesinado se llamaba Carlos Acuña, y según su prontuario policial respondía al apodo de Turi. Tenía 28 años y había estado preso dos veces por homicidio en 1993 y 1994 y una por robo a mano armada. De acuerdo a lo consignado por fuentes de la Brigada de Homicidios, fue ejecutado de cinco balazos efectuados por dos hombres que montaban a caballo y que lo persiguieron a balazos durante 150 metros.
Persecución a caballo
Todo comenzó cuando Turi se encontraba parado al lado del guardarrail del bulevar Avellaneda, a escasos metros del puente de Circunvalación. Acuña había llegado al barrio conocido como Nuevo Mangrullo apenas 48 horas antes. El hombre vivía en Las Flores y hace dos días se estableció en la casa de Laura, una novia de 18 años que habita una precaria casilla justo debajo del puente que cruza Avellaneda.
Poco después del crimen, Laura declaró que Turi hacía dos días que "se estaba aguantando en su casa y que estaba como escapando de algo", comentó una fuente de la investigación. El viernes a la noche, la víctima estaba parada junto al cantero central de Avellaneda cuando de pronto irrumpieron dos hombres montados a caballos.
Los jinetes, que esgrimían armas de puño, fueron directo hacia Acuña y comenzaron a perseguirlo a los tiros por una calle de tierra que pasa por detrás de unos viviendas humildes. "Al principio pensamos que era la policía persiguiendo a un pibe del barrio, pero después supimos que el muerto no era de aquí", confesó un vecino de ese lugar, que prefirió no dar su nombre, al describir la intensidad de los disparos.
Acuña fue alcanzado por sus asesinos a unos 150 metros del puente. "Sin contar los orificios de entrada y salida tenía cinco impactos de bala en distintas partes en el cuerpo", comentó un oficial. "Murió en el acto", agregó. La policía encontró en el lugar del crimen varias vainas servidas y ojivas de balas calibre 9 milímetros. La fuente consultada indicó que todavía no estaba claro el motivo del asesinato, como tampoco había pistas concretas sobre los autores materiales.
"A juzgar por su historial delictivo y por la forma en que lo persiguieron se podría hablar de un ajuste de cuentas. Además, la última causa penal que tenía en su prontuario databa de dos años atrás, lo que indicaría que salió en libertad hace poco tiempo", conjeturó la fuente. Los forenses hallaron heridas en el pecho, la espalda, el abdomen y las piernas. "Eso nos hace suponer que la víctima intentó defenderse", estimó el investigador. Además, la víctima presentaba "una lesión perforante y abierta en el abdomen, que estaba recubierta por un apósito y una faja y podría ser una herida de bala con una semana de evolución".
Reyerta en barrio toba
Otro violento crimen tuvo lugar en el barrio toba de la zona sudoeste de Rosario. Marcelo Claudio Bregui, de 23 años, fue asesinado a puñaladas durante una pelea en Garzón al 4300. Según fuentes policiales todo comenzó luego de que la víctima y un grupo de amigos bebieran abundante cantidad de vino.
Antes del desenlace fatal, el muchacho se había retirado para descansar. Según fuentes policiales, en la puerta de su casa, en Garzón 4343, se armó una pelea en la que intervinieron varias personas y que en principio concluyó sin que hubiera heridos.
Aproximadamente a las 6, "aparecieron dos hombres por la casa y lo desafiaron a pelear. Bregui salió a la calle y entonces lo golpearon con una damajuana en la cabeza, por lo que trastabilló y cayó al piso. En ese momento le aplicaron varias puñaladas con los pedazos de una botella".
La víctima murió antes de que pudiera ser trasladada a un hospital. Después del mediodía, agentes de la seccional 19ª arrestaron a dos muchachos como supuestos autores materiales del crimen: Elías Saravia, de 18 años, y un menor de 17.