Año CXXXV
 Nº 49.580
Rosario,
sábado  24 de
agosto de 2002
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Tres sospechosos por un brutal homicidio en la zona sur
Asesinan a un joven delincuente y lo arrojan atado al arroyo Saladillo
Según la policía, el crimen se produjo por una disputa en un grupo de ladrones que estaban alcoholizados

Sebastián Franco había salido en libertad hacía un mes después de permanecer detenido en la comisaría de Granadero Baigorria. Ayer a la tarde, el cuerpo sin vida del muchacho, de 22 años, apareció en el arroyo Saladillo. Antes de arrojarlo al curso de agua, le asestaron un tremendo golpe con un trozo de hierro en la cabeza. Anoche ya habían sido demorados tres hombres bajo la sospecha de ser los autores del crimen. Los investigadores sostuvieron que al ex convicto lo asesinaron porque intentó robarle una campera a uno de los sospechosos del hecho.
El hallazgo del cuerpo se produjo a unos trescientos metros de la calle Pineda y cerca de un descampado que rodea al arroyo. Sobre la arteria está asentada una villa de casas de chapa y cinc, detrás del puente Molino Blanco, que divide Rosario de Villa Gobernador Gálvez.
Cerca de las cinco de la tarde de ayer, un vecino que caminaba bordeando el arroyo divisó el cuerpo de un hombre semisumergido sobre la margen derecha del curso de agua. Estaba boca abajo y tenía el rostro desfigurado "por varios cortes" que le provocaron con un "trozo de hierro". Además presentaba un golpe que le había atravesado el cráneo.
Franco tenía los pies atados con un cable de teléfono. Estaba vestido con un pantalón corto y llevaba un buzo que le cubría la cabeza. Además varios tatuajes recorrían el cuerpo.
El hombre que descubrió el cadáver dio aviso a la policía y llegaron al lugar efectivos de la subcomisaría 20ª y de la Brigada Homicidios. Un rato después de la aparición del cuerpo los policías demoraron a tres jóvenes que viven en la villa mencionada.
Los sospechosos, Javier Acosta, Jorge Flores y Cristian Maggio, de entre 18 y 22 años, fueron conducidos a la seccional de San Martín al 6200 y allí relataron a los pesquisas lo que había ocurrido. Les contaron a los policías que ayer a la tarde "estaban tomando vino con el muchacho fallecido en un rancho de la zona". Cuando los jóvenes ya habían bebido una abundante cantidad de alcohol, Franco les sugirió a sus compañeros la posibilidad de cometer un atraco. "Vamos a chorear", habría dicho, según la versión brindada por voceros policiales.
En esa circunstancia, supuestamente el ex convicto intentó robarle el buzo a uno de sus amigos. Esto provocó la reacción airada de Flores que no dudó. Tomó un trozo de hierro y le asestó un golpe en la cabeza a Franco. La víctima se desplomó desvanecida.
Después, según se presume, los agresores lo sacaron del rancho y lo llevaron al descampado. Una vez allí una lluvia de patadas y golpes de puños asestada por los tres muchachos impactaron en el cuerpo del joven fallecido. Después les amarraron las piernas con un cable de teléfono y lo llevaron hasta el arroyo Saladillo, donde lo arrojaron al agua.
Anoche, los investigadores no habían determinado si Franco todavía vivía cuando lo tiraron al curso de agua, aunque presumían que la muerte de Franco se había producido como consecuencia de la fractura de cráneo que sufrió. "Tenemos que esperar el resultado de la autopsia", señaló una fuente de la investigación.
Un vocero consultado indicó que Franco era un "delincuente con un frondoso prontuario". Había cometido numerosos atracos y había salido en libertad treinta días atrás de la comisaría 24ª de la ciudad de Granadero Baigorria.
En tanto, los presuntos agresores permanecían en calidad de demorados en la subcomisaría 20ª y en las próximas horas serán indagados por la jueza de instrucción María Luis Pérez Vara, a cargo del caso. Anoche, los pesquisas no sabían si registraban antecedentes penales.



El cuerpo de Franco fue descubierto por un vecino. (Foto: Enrique Rodríguez)
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