Hamburgo. - Las cifras confirmaron ayer lo que los comentaristas venían diciendo desde hace días: El protagonismo del canciller alemán Gerhard Schroeder durante las inundaciones en el sureste del país le ha devuelto la posibilidad tangible de ser reelegido el 22 de septiembre y ha dejado desorientada a la oposición, que lideraba con comodidad los sondeos desde hace meses.
La encuesta Politbarometer de la televisora pública ZDF, considerada una de las más fidedignas de Alemania, situó ayer al Partido Socialdemócrata de Schroeder (SPD) en 38% de la intención de voto, dos puntos más que la semana pasada y tan sólo uno por detrás del bloque conservador de CDU/CSU, que por su parte perdió un punto y tiene la preferencia de 39% de los electores.
Si el domingo hubiese elecciones, la actual coalición de socialdemócratas y verdes obtendría 45% del sufragio, frente a 48% de la posible alianza de CDU/CSU y los liberales del FDP encabezada por el primer ministro de Baviera, el socialcristiano Edmund Stoiber. También en cuanto a popularidad personal, Schroeder ha ampliado a 19 puntos la ventaja frente a su rival conservador.
Días después de que el Danubio, el Elba y sus afluentes inundasen ciudades enteras, arrasasen casas y fábricas y anegasen campos por un valor estimado de 15.000 millones de euros (14.500 millones de dólares), el canciller presentó un programa de ayuda inmediata que obtuvo la aprobación de dos tercios de los alemanes. Schroeder resolvió aplazar por un año las rebajas fiscales previstas para 2003 y recaudar unos 7.100 millones de euros (6.900 millones de dólares) para el fondo de reconstrucción de las regiones afectadas.
La oposición criticó que se trataba de un aumento de impuestos y propuso como alternativa emplear 7.700 millones de euros (7.500 millones de dólares) del superávit 2001 del Banco Central, destinados inicialmente a la amortización de la deuda de la extinta RDA.
Pero, ante la posibilidad de que tanto el gobierno como los electores les endilgasen falta de solidaridad a sólo cuatro semanas de los comicios, los conservadores acabaron alineándose con Schroeder y anunciaron que respaldarán la decisión.
Schroeder dio un golpe magistral al anunciar el jueves que aumentaría durante un año el impuesto a las sociedades anónimas, haciendo suya una propuesta formulada días antes por Stoiber.
Las perspectivas de que Schroeder continúe en la cresta de la popularidad y recupere para el SPD los votos perdidos son halagüeñas. Mañana, el canciller y su contrincante librarán el primero de tres duelos televisivos que servirán de escenario para que el gran comunicador que es Schroeder se luzca ante el candidato bávaro, conocido por su poca soltura ante las cámaras. (DPA)
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