Año CXXXV
 Nº 49.580
Rosario,
sábado  24 de
agosto de 2002
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"Tengo miedo de que vuelva a ganar Menem"
Charlas al margen: Polo Quinteros

Elbio Evangeliste / Ovación

-¿Por qué Polo?
-Por un tío que estaba viendo una novela en la que había nacido un chico que le decían Polo y al mismo tiempo lo llamaron para decirle que había nacido yo. Entonces dijo "vamos a decirle Polo".
-¿Qué es el fútbol en tu vida?
-Es algo muy importante, pero no la prioridad, por eso digo que el día de mañana no lo voy a extrañar. Tengo ganas de hacer otras cosas cuando deje de jugar, más allá de que ahora sea importante y es en lo que quiero triunfar.
-¿Sentís que muchas veces el fútbol se utiliza para tapar otros temas?
-Sí, muchas veces se utilizó, incluso en el fútbol mismo pasaron cosas raras, como la huelga de futbolistas, cuando el gremio decidió jugar y nosotros no estábamos convencidos. Todo eso fue por algo.
-¿El negocio superó al deporte?
-Sin dudas, esto es un negocio, ya que el fútbol se maneja como el país. No viste que hay veces que los dirigentes te dicen "no te puedo pagar, el país está mal y nosotros no somos una isla". Bueno, los dirigentes no son una isla, son como los políticos: choros, delincuentes, se dedican al negocio. Yo siempre digo que lo más sano que le queda al fútbol son los jugadores.
-¿Creés que Menem tiene una cuenta en Suiza o es una campaña de desprestigio como él dice?
-¿Lo preguntás en serio?
-Totalmente en serio.
-¿Dónde está la duda? Si hay una señora (por Zulema Yoma) que vive sin hacer nada, igual que su hija. ¿A quién le cabe en la cabeza que no tiene plata depositada? Si hay muchos muertos de hambre que tienen millones de dólares y que fueron apenas simples funcionarios... ¿No la va a tener un ex presidente?
-¿Y que te sugiere que ahora vuelva a ser candidato a presidente?
-Tengo sentimientos encontrados con eso. Por un lado no quiero que gane, es más me gustaría que ni lo voten, pero por el otro tengo ese morbo de decir ojalá que gane, así no rompemos más las pelotas, no salimos más con las cacerolas, nos dejamos de protestar. Porque si llega a ganar, ¿qué algo nuevo nos puede hacer? Nada, si ya todos lo conocen. No sé si le tengo odio, pero no lo puedo ni ver. Ahora, si llega a ganar, nos tenemos que dejar de romper las pelotas.
-¿Adherís a la idea de "que se vayan todos"?
-No. Pero el tema es que tampoco aparece nadie nuevo. El único que daba la imagen, nada más que eso, de un hombre serio era Reutemann. Lo único que quiero es que sigamos votando y ojalá que algún día la peguemos.
-¿Qué te provoca cuando parás en un semáforo y ves tantos chicos pidiendo?
-Me provoca muchas cosas, pero te simplifico la respuesta diciendo que tengo un comedor infantil para 100 chicos, donde almuerzan y meriendan de lunes a sábados. Creo que con eso simplifico lo que me produce caminar por la calle y ver un montón de chicos mirando la nada. Me parte el alma.
-Pero a esto lo hacés sabiendo que es tarea de los funcionarios.
-Sí. Sé que con esto les estoy simplificando una parte muy chiquita a los políticos, pero yo digo que al hambre los chicos lo tienen hoy. Ellos no pueden esperar un proyecto a largo plazo, y yo que puedo ayudar lo hago sin pensar que le estoy favoreciendo la tarea a un político. Lo veo por el lado de que hay 100 chicos que pueden comer.
-¿A la gente la moviliza más un partido de fútbol que otras cuestiones?
-No creo. Sí digo que tenemos un país de gente muy ignorante, que nunca estudió, y creo que a esa gente la moviliza más 10 pesos o un plato de comida que un partido de fútbol.
-¿Este tipo de personas es el que les interesa a los políticos?
-Seguro, porque parece que no conviene que la gente piense. Por eso tengo un miedo terrible a que gane de nuevo el chimpancé, porque al no estar preparada o no darle educación, la gente va y vota a cualquiera. También tenemos a periodistas como Mariano Grondona, que le empieza a dar manija de nuevo a Menem o a Cavallo, que son tipos sucios, que engañan a esa gente que no está preparada y que lamentablemente son mayoría.
-¿Te considerás una persona que dice las cosas de frente?
-Sí, en un 99 por ciento, porque siempre hay algo que no podés decir, sobre todo en el ambiente del fútbol. Pero por suerte no le debo nada a nadie, y eso es importante.
-¿En el fútbol tener esa actitud es ser un bicho raro?
-No sé si un bicho raro. Lo que pasa que los dirigentes son jodidos. Ni hablar si le vas a pedir el sueldo después de perder un partido, es casi lo mismo que pedirle a la hija.
-¿Los militares recibieron el castigo que se merecen?
-No. En este momento caminás por la calle y tranquilamente te podés cruzar con un torturador.
-¿De qué manera deberían pagar sus culpas?
-En la cárcel, no creo que haya otra manera.
-¿Qué hacés si un día te cruzás con Videla o con Galtieri?
-Me daría mucha bronca, nada más que eso. Sí digo que jamás me podría sentar en la misma mesa.
-¿Menotti o Bilardo?
-Menotti.
-¿Por qué?
-Porque hablé con muchos que fueron dirigidos por el Flaco y todos coinciden en que te hace ver muchas cosas y sobre todo por la libertad que le da al jugador. Por eso algún día me gustaría tener a Menotti como técnico.
-Sabés a quién vas a votar en las próximas elecciones?
-No. Por darte un ejemplo, De la Sota en Córdoba nos paga en bonos que no te lo aceptan en ningún lado y si los querés vender te descuentan un 17 por ciento.
-¿Existe la incentivación en el fútbol?
-No sé porque nunca la viví.
-Y si te ofrecen plata para ganar, ¿la aceptarías?
-No tendría problemas. Es nuestro trabajo y no me parece mal, más allá de que no esté en los estatutos del fútbol. Si yo mañana juego contra Newell's y viene la gente de Central y me da plata para que le ganemos, bienvenido sea, aunque a eso durante los noventa minutos no lo pensás.



Para el Polo Quinteros, el único serio era el Lole.
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