El ex juez federal de Dolores Hernán Bernasconi fue condenado ayer a nueve años y medio de cárcel e inhabilitación para ejercer cargos públicos por el mismo tiempo, al ser hallado culpable de integrar una banda que inventaba causas por drogas a ricos y famosos.
El Tribunal Oral Federal Nº5 de la Capital Federal entendió que Bernasconi es culpable de los delitos de "falsedad ideológica y de instrumento público en siete oportunidades" y "asociación ilícita" y lo condenó a 9 años y 6 meses, un año y medio más de lo que había solicitado el fiscal del juicio.
Los abogados de los querellantes Guillermo Coppola y Alberto Tarantini se mostraron conformes con el veredicto y lo calificaron como "perfecto". En tanto, la defensora oficial del ex juez Bernasconi, Fabiana León, anunció la posibilidad de solicitar la nulidad del juicio oral.
El fiscal del juicio Ernesto Rizzi había solicitado la semana pasada en su alegato que se condene a Bernasconi a la pena de ocho años de cárcel.
El ex juez que en 1996 ocupó durante meses la tapa de los diarios por llevar a prisión a Coppola y a Tarantini, entre otros, en causas que terminaron invalidadas, llegó al juicio oral acusado de liderar una asociación ilícita que encarceló a "ricos y famosos".
Bernasconi está preso en Gendarmería Nacional desde hace dos años y ocho meses, cuando fue capturado en Río de Janeiro, adonde huyó apenas el Congreso Nacional lo destituyó del cargo y la Justicia ordenó su captura por el caso Coppola.
La jornada final del debate, que se inició con casi dos horas de demora, contó con la presencia de Diego Maradona, amigo íntimo de Coppola, y de varios personajes mediáticos que se hicieron conocidos gracias a esta causa, entre ellos Natalia De Negri y Tomás Simonelli.
Sin la compañía de su esposa, la periodista Alicia Fernández Barrios, el ex juez Bernasconi escuchó en hermético silencio el veredicto del tribunal y, luego, fue trasladado nuevamente hacia el Escuadrón Buenos Aires de Gendarmería Nacional, donde continuará detenido al menos cuatro años más.
Bernasconi acusa a Ramón Hernández
Horas antes, Bernasconi se declaró ante el tribunal nuevamente inocente y aseguró que, en caso de ser condenado, "va a ser más un acto sacrificial que un acto de Justicia", con lo cual "los jueces se transformarían en verdugos y no en jueces".
El ex magistrado aprovechó la oportunidad para acusar al poder político de haberlo involucrado "en este calvario".
"La condena al juez Bernasconi fue dictada en octubre de 1996 cuando fui sentenciado no por los querellantes, sino por el poder político de entonces (en alusión al gobierno del ex presidente Carlos Menem)", dijo. En forma más precisa, Bernasconi sindicó como el responsable de esa condena política al ex secretario presidencial Ramón Hernández, a quien calificó de personaje "siniestro".
"Es el símil a (José) López Rega, eso es lo que fue Ramón Hernández", explicó y aclaró que "desde la detención de Coppola, hubo una persecución en mi contra".
El conocido Caso Coppola se inició en octubre de 1996 con la detención del ex futbolista Alberto Tarantini y del manager de Maradona por "tenencia de droga para la comercialización".
Coppola estuvo casi cien días detenido, pero una extensa investigación determinó que las causas que involucraron en estos casos tanto a Tarantini como al amigo de Maradona fueron preparadas por el entonces juez de Dolores, Bernasconi.
Para entonces, la Justicia detuvo al ex secretario del juez, Roberto Schlagel, y a los policías que colaboraban con Bernasconi en las investigaciones, Carlos Gómez, Daniel Diamante y Antonio Gerace.
Tanto Schlagel como los tres ex policías fueron condenados en agosto de 1999 durante un juicio oral a penas de entre seis y siete años y medio de prisión, aunque actualmente todos ellos se encuentran libres.
Mientras tanto, se realizó un juicio político contra Bernasconi, que derivó en la destitución del magistrado.
La fuga al Brasil
En ese momento, el ex juez se fugó a Brasil, donde a principios de enero de 2000 fue apresado por Interpol de ese país a requisitoria de la Argentina.
Tras un extenso trámite de extradición, Bernasconi fue trasladado a Buenos Aires para ser juzgado.
En sus últimas palabras en el juicio, Bernasconi aclaró que nunca estuvo prófugo de la Justicia, sino que cuando se fue del país lo hizo "por pedidos de amigos y familiares que me recomendaron escapar de la presión por la que atravesaba en ese momento".
"Yo no estuve prófugo, yo estuve en un santuario en Brasil, que pertenece a una agrupación religiosa que se dedica al mejoramiento físico, intelectual y espiritual de las personas", dijo.
"Pero en este caso, soy inocente y estoy sentado ante tres verdugos (pidió perdón por la calificación) que van a convalidar un acto de venganza que vino desde el poder político", agregó.
"Esto es más un acto sacrificial que no tiene que ver con la Justicia, y tiene un claro mensaje de advertencia para quien se quiera meter con el poder de turno", concluyó. (Télam)