Año CXXXV
 Nº 49.577
Rosario,
miércoles  21 de
agosto de 2002
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Las operaciones registradas crecieron 10% en los primeros siete meses del año
La venta de casas subió por el efecto corralito
El fenómeno está dado por los que tienen ahorros y les escapan a los bancos. Los valores cayeron en dólares

Claudio Beron / La Capital

En julio se vendieron en Rosario 1.608 casas, 371 más que en el mismo mes del año pasado, cuando se realizaron 1.237 operaciones. En tanto, en los primeros siete meses del año las operaciones llegaron a 10.467, 10% más que en 2001. En el marco de la crisis global del sector inmobiliario, las ventas fueron incentivadas en la primera parte del año por la posibilidad de comprar casas con dinero acorralado.
Precisamente, el pico de ventas se registró en abril y mayo de 2002, cuando las operaciones crecieron entre un 60% y un 75% con respecto a abril y mayo de 2001, según datos extraídos del Registro General Rosario de inmuebles.
La posibilidad de comprar propiedades con certificados de plazos fijos atrapados en el corralito, que se extendió desde el 20 de febrero hasta el 15 de abril de este año (muchas de esas operaciones se registraron en mayo), brindó algo de alivio dentro del parate que afectó al sector. Este impacto de suba de ventas sólo se reflejó en abril y mayo de este año en las inscripciones.
Por otra parte, se redujeron drásticamente las hipotecas, que llegaron a 37 en junio de 2002. Esto significa que las operaciones se hacen sólo de contado rabioso, se prescindió de garantías hipotecarias y las compras fueron una elección de oportunidades de quienes no tenían su dinero en el circuito financiero y pudieron aprovechar la baja del precio de las unidades.
Pero el número de contratos de compra-venta no implica más movimiento de dinero en el empobrecido mercado. La facturación en dólares descendió en un 40 ó 50 por ciento y los empresarios sostienen que deben trabajar con imaginación y el doble de tiempo para ganar lo mismo. Además, está la pérdida nominal en esa moneda que sufrió quien no vendió su casa antes del enero pesificador y el achicamiento salvaje de la economía.
Un capítulo aparte se escribe con los embargos y los bienes de familia. En 1999 se realizaron un total de 2.827 registros, mientras que en los primeros siete meses de 2002 ya se llevan inscriptas 3.000 transferencias a bienes de familia, cuando restan cinco meses para finalizar el año.
En lo que respecta a los embargos, una herramienta muy usada en todo tipo de juicios (no sólo en las operaciones prendarias), tuvieron un pico de suba en marzo de 2000, con una cifra de 1.128 y una caída de 470 en el mismo mes de este año.
En este sentido, la posibilidad de realizar operaciones inmobiliarias por medio de bonos estatales evidentemente reactivaría al sector, pero la complejidad de esas operaciones es un puente aún difícil de cruzar.


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