Las fábricas de sembradoras prevén cerrar el año con un nivel de ventas de 3.500 unidades, por encima de las 2.700 que se comercializaron el año pasado. Este incremento, que se prevé se extienda hasta el año próximo, está impulsado por los mejores precios en pesos que reciben los productores luego de la devaluación, la caída del valor de las unidades en moneda nacional y el temor de los empresarios agropecuarios a poner la plata en bancos u otras alternativas de inversión financiera. Aunque no es necesariamente un boom, el sector fabricante de maquinaria agrícola comenzó a recuperarse lentamente de una tendencia negativa que viene desde el año 1999. Este repunte, registrado fundamentalmente en el área de sembradoras, extractoras de granos y pulverizadoras, comenzó a notarse en las distintas muestras agropecuarias que se realizaron este año y terminó de consolidarse en la última Exposición Rural de Palermo, donde inclusive se cerraron importantes negocios de exportación. El fenómeno provocó, entre otras cosas, que muchas empresas estén difiriendo fechas de entrega por la falta de stock y que se encuentren en proceso de reactivación algunas plantas que estaban paralizadas, como la firma de tractores Zanello en Córdoba o la ex Massey Ferguson en Granadero Baigorria. Mario Bragachini, coordinador del proyecto de agricultura de precisión del Inta, señaló durante una disertación en el congreso de Aapresid, que la contrapartida del aumento de las ventas en el sector de sembradoras es la caída de la facturación, medida en dólares. Así, mientras en 2001 las fábricas vendieron por 77 millones de dólares, este año lo harán por 65 millones. Esto es porque, aunque el precio final de los equipos aumentó, no absorbió totalmente la suba del dólar. En divisas, el valor de las sembradoras llega al 60% respecto de los del año pasado, explicó el especialista. Las fábricas locales encontraron en la devaluación una barrera contra las importaciones y, en el temor de los productores a dejar la plata en el banco, una posibilidad de convertirse en una opción confiable de inversión para las empresas agropecuarias. La pata floja es la financiación. La mayoría de las ventas se cierran con canje de cereal disponible y sólo los más osados se atreven a pactar parte del pago con cereal futuro. Esta tendencia no se sintió de lleno en el mercado de cosechadoras, donde hasta el año pasado dominaban los equipos importados y cuyos precios quedaron desfasados por la devaluación. Se estima que este año no se venderán más de 300 unidades. En este rubro, sin embargo, la reacción fue dispar ya que la nueva realidad del mercado benefició a las pocas empresas que quedaron fabricando en Argentina, como Don Roque y Bernardín. Desde la tradicional fábrica de Firmat reconocen que desde principios de año tuvieron un aumento de ventas, lo que les permitió levantar suspensiones y trabajar a full. "El escenario sigue siendo incierto porque no hay crédito y, al no poder financiar, nos limitamos muchísimo a aquel productor que tiene soja", señalaron voceros de la empresa, quienes aseguraron que el precio de las máquinas chicas estén en el orden de los 60 mil dólares, la mediana en los 90 mil y la grande en 130 mil dólares. Enrique Bertini, titular de la fábrica de sembradoras que lleva su nombre y de la cámara que agrupa a los fabricantes nacionales de maquinaria agrícola, señaló que "en los primeros meses todavía había confusión pero a partir de mayo el productor empezó a comprar, ahora hay gente que por dos meses no tiene entrega". El empresario aseguró, también, que se abren algunos nichos de exportación. En su caso, están cerrando ventas de cuatro máquinas en Chile y tres en Inglaterra. Osvaldo Giorgi, de la empresa Giorgi, explicó que esa firma llegó prácticamente a vender a esta altura las previsiones para todo el año. Según su punto de vista, "el mercado se desplazó hacia los que ven en la máquina una inversión más segura. Un planteo similar realizó Gabriel Asteggiano, de Apache, quien explicó que "sobre todo se están buscando sembradoras de gran ancho de labor y polifuncionales, que sirvan para todos los granos". Desde la rosarina Fercam, Hugo Fernández, dijo que en la última exposición de Palermo hubo muchas consultas de personas que llegaron de países limítrofes. La empresa, por ejemplo, estuvo negociando para mostrar una máquina polifuncional en Chile. La gente de Mainero agregó que el rubro de las extractoras de granos secos está en franca suba, debido al crecimiento que tuvo el embolsado de granos en esta campaña y respecto de la línea de máquinas para forraje, explicaron que además del tradicional canje por grano disponible están trabajando con canje de carne. Las 655 empresas de maquinaria agrícola que hay en el país ocupan en forma directa e indirecta a unas 27 mil personas. Hasta el año pasado, el 60% del mercado era abastecido por fábricas nacionales . Bragachini, del Inta, estima que la potencialidad del sector está dada también en el atraso del parque de maquinaria en poder de los productores.
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