El gobierno presentó ayer documentos oficiales sobre los crímenes de lesa humanidad cometidos en la última dictadura militar (1976-83), los cuales fueron reunidos y desclasificados por el Departamento de Estado de los Estados Unidos.
La documentación permitirá "conocer aspectos hasta ahora desconocidos de quienes fuimos víctimas de la Triple A, del Plan Cóndor, del genocidio y de lo que ocurrió con la Guerra de Malvinas", así como "quiénes actuaron y fueron cómplices del terrorismo de Estado", sostuvo el canciller Carlos Ruckauf.
Cuatro cajas con documentos reservados fueron remitidas a la Cancillería desde Estados Unidos y presentadas ayer por Ruckauf y el ministro de Justicia y Seguridad, Juan José Alvarez, quienes aseguraron que la evidencia será registrada ahora en archivos microfilmados.
Puntualmente, los documentos contienen datos sobre violaciones a los derechos humanos en las dictaduras del Cono Sur y sobre los autores y las víctimas de esos crímenes, cometidos desde mediados de los 70 hasta la reinstauración democrática (en Argentina) en 1983.
El Centro de Estudios Legales y Sociales (Cels) aseguró ayer que, "entre otras cosas, los documentos confirman que la campaña de contrainsurgencia de la Junta Militar contempló la represión ilegal y las violaciones a los derechos humanos en forma masiva".
"También prueban que la embajada de Estados Unidos en Argentina y el Departamento de Estado mantuvieron una comunicación fluida con militares durante los preparativos del golpe (de 1976) y estaban al tanto de que las violaciones aumentarían bajo la Junta. Sin embargo, dieron la bienvenida al nuevo régimen" que consagró al teniente general Jorge Videla como presidente de facto, dijo el Cels.
Según la entidad, "los documentos secretos de Estados Unidos constituyen una herramienta histórica y judicial importante para la reparación de las atrocidades del pasado en Latinoamérica". El Cels, que aseguró que junto al National Security Archive desarrollará un proyecto de investigación, selección y análisis de documentos desclasificados.
Por su parte, el ministro Alvarez expresó, en rueda de prensa, que "tenemos que tener toda la documentación a disposición" y al ser consultado sobre el posible malestar que los informes causarán a las Fuerzas Armadas, respondió que "la búsqueda de la verdad no es una cuestión que uno elige o no, tiene que ser así".
El canciller Ruckauf, que fue ministro de Trabajo durante el último período del gobierno de Isabel Martínez de Perón, en 1975, y uno de los funcionarios que firmó el decreto que ordenó en esa época "la aniquilación de la subversión", señaló que "también se va a poder saber qué pasó en Malvinas, una parte importante de nuestra historia que todavía está demasiado hundida".
Entre los documentos desclasificados, que suman alrededor de 4.700 informes y fueron remitidos por Estados Unidos en cuatro cajas, figuran, por ejemplo:
* Testimonio de una víctima estadounidense que fue torturada por el aparato represivo en Argentina.
* Registros sobre el secuestro y desaparición de uruguayos en la Argentina, en cooperación con represores de la misma nacionalidad que las víctimas.
* Reporte de una unidad militar argentina "sobre la situación subversiva", fechado el 3 de junio de 1977. Incluye un listado cronológico de la muerte de un centenar de personas en la provincia de Buenos Aires.
* Memorando sobre torturas y desapariciones al mes de mayo de 1978. Los crímenes "abarcaban a una gama amplia de gente: dirigentes laborales, trabajadores, sacerdotes, activistas de derechos humanos, científicos, médicos, madres de desaparecidos, hasta dos monjas francesas, cuyos cuerpos se descubrieron a orillas del mar".
* Casos de derechos humanos de interés para Estados Unidos.
* La desaparición de trabajadores de una fábrica de cerámicos que fueron ejecutados en Campo de Mayo en noviembre de 1977.
La documentación puede ser incorporada como evidencia a varios procesos penales aún abiertos por la represión ilegal, incluido el robo sistemático de bebés, los crímenes enmarcados en el Plan Cóndor y la desaparición de miembros de Montoneros a través de la "Operación Murciélago".
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La Ciudad
