cartas

Al concejal Milano

Usted es el fiel reflejo del nivel actual que exhibe la política argentina y en especial la de nuestra ciudad. En su manifiesto del 15 del corriente y ante el descubrimiento de cometer plagio, usted afirma haber sido engañado por su médico de cabecera, un supuesto veterinario asesor al cual no nombra en ningún momento y le adjudica el proyecto presentado por su persona ante el Concejo. Lo suyo, estimado señor, es sencillamente espantoso, porque deja a las claras su incapacidad de ponerse a pensar y de elaborar un proyecto propio y que cuando es descubierto el plagio inventa una vil excusa que cree solucionar con una constatación de escribano, sin darse cuenta que el supuesto veterinario no presentó un proyecto sino un simple e-mail; el proyecto, estimado amigo, lo presenta usted, y usted, por si no se dio cuenta, es el responsable total y absoluto de lo actuado. Además, remarca que parlamentariamente siempre es bueno buscar normas que rigen en otros países, entonces explíqueme para qué carajo la comunidad le paga un sueldo a usted y a sus asesores, si total copiamos y santo remedio. Si le queda algo de dignidad, renuncie ya mismo a su cargo y en el mayor silencio posible, porque de lo contrario pasará a engrosar el enorme listado que nuclea a gran parte de los políticos argentinos, que son capaces de cualquier cosa antes que los destornillen del sillón que ocupan.
Carlos Beltramone